El Shock del Intercambio (y el Grito Silencioso)
Lex Luthor, la mente más brillante del planeta, se encontró en una pesadilla. Su plan perfecto, el de transferir su conciencia a Superman, se había arruinado. En lugar de un dios invencible, estaba atrapado en el cuerpo de Lois Lane. Su cerebro gritaba de terror, pero el cuerpo de Lois solo podía emitir una expresión de puro pánico. Se llevó las manos al pecho, sintiendo una suavidad y unas curvas desconocidas para él. Su mirada se posó en un cárdigan morado de cuello en V que se ajustaba a una figura decididamente femenina.
Se vio en el reflejo de la pared de cristal: largo cabello negro, labios carnosos, ojos muy abiertos, y una expresión de horror en la cara de Lois. El grito que sintió en su interior se ahogó en una farsa de dignidad. Lex Luthor no gritaba en voz alta.
Mientras tanto, al otro lado de la sala, Clark Kent le devolvió la mirada, igual de desconcertado.
Esto no era parte del plan. Se suponía que Luthor sería invencible, no irresistible.
Desafío 1: El Lado Físico (¡Y la Frustración de la Torpeza!).
La primera gran humillación vino con la movilidad. El cuerpo de Lois era ágil y fuerte, pero para Lex, acostumbrado a su propia forma, era como pilotar una nave espacial con controles de un videojuego. Tropezó con un escritorio, derribó una pila de papeles y casi se cae de los tacones que llevaba puestos. Se sentía extrañamente ligero, lo que hizo que sus movimientos fueran desproporcionados. No podía simplemente caminar; tenía que pensar en cada paso, en el equilibrio de sus caderas, en la extraña sensación de sus pechos.
Desafío 2: La Humillación Social (¡Y el "Drama" de la Oficina!).
Lex, en el cuerpo de Lois, tuvo que lidiar con la vida de una reportera. "¡Lois, querida! ¿Estás bien? Te ves un poco pálida", le dijo un colega. Lex, con la voz de Lois, respondió: "Estoy bien. Solo... un poco... agotada". La secretaria del Daily Planet le preguntó si quería que le trajera café, lo cual para Lex era una muestra de debilidad que jamás habría aceptado en su propia vida.
Pero la peor humillación llegó con Clark Kent. El afable reportero se acercó a "Lois" con una mirada de genuina preocupación. "Lois, ¿estás bien? Te ves como si hubieras visto un fantasma." Lex, sabiendo que Clark era Superman, sintió una rabia ardiente. Tuvo que forzar una sonrisa y responder de forma sarcástica, un rasgo de la personalidad de Lois que Lex detestaba. "Sí, Clark, acabo de descubrir que mi vida es un chiste. ¿Quieres unirte a mí?" Clark solo lo miró con confusión.
Desafío 3: El Conocimiento Cero de lo Femenino (¡Y la Ropa!).
Al final del día de trabajo, Lex tuvo que lidiar con algo que era más aterrador que cualquier superhéroe: la ropa interior femenina. No sabía cómo funcionaba. El sujetador era un aparato de tortura que lo hacía sentir como si estuviera atrapado en una jaula. El pijama era de seda, algo que a Lex le parecía completamente ridículo e innecesario. Se sintió expuesto, vulnerable, y la idea de dormir en ese cuerpo era una pesadilla.
El Confrontamiento con Superman (y la Negociación Desesperada)
Exhausto y furioso, Lex, en el cuerpo de Lois, envió un mensaje críptico a su laboratorio, pidiendo que activaran un dispositivo de seguimiento. Clark, que se había dado cuenta de que algo andaba mal con "Lois", lo siguió en su forma de Superman.
Se encontraron en un callejón oscuro. "Sabía que eras tú", dijo Superman. "Lois no se comporta así. Su alma, su energía... es diferente."
Lex, en el cuerpo de Lois, gritó: "¡Cállate! ¡Devuélveme mi cuerpo, kryptoniano! ¡Tu estupidez arruinó mi plan! ¡Mi brillante, glorioso plan para salvar a la humanidad!"
Superman, con una expresión de compasión, respondió: "Puedo ayudarte. Podemos trabajar juntos para revertir esto."
Lex, con un grito de frustración, gritó: "¡Nunca! ¡Prefiero morir en este... este... cuerpo curvilíneo y seductor que aceptar tu ayuda! ¡Soy Lex Luthor, el hombre que salvará a la humanidad! ¡Y lo haré en el cuerpo de quien sea necesario!"
El Regreso a la Normalidad (y la Venganza de Lois)
Afortunadamente para Lex, la bomba de transferencia tenía un temporizador incorporado. Después de unas horas de caos, la energía se disipó, y la conciencia de Lex y la de Lois volvieron a sus respectivos cuerpos.
Lex, ahora de vuelta en su cuerpo, se despertó en su laboratorio, sudado y temblando. La experiencia había sido traumática.
Pero Lois Lane, de vuelta en su cuerpo, se despertó con una nueva y aterradora comprensión. Ella sabía todo lo que Lex había sentido y pensado. Sabía su plan. Su debilidad. Su plan para destruir a Superman.
Se levantó de la cama, miró a Clark con una sonrisa enigmática y le dijo: "Clark, tenemos mucho de qué hablar. Y Lex Luthor... tiene un gran problema." La mente de un genio había subestimado el corazón de una reportera, y ahora, el juego había cambiado para siempre.
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FIN
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