LAS MASCARAS QUE COPIAN (Tercera parte)
Por Alexa Padme (esta es una continuación hecha por mi) Busquen las anterior partes en este Blog)
www. Fatralatg.blogspot.mx
Barbara en
su Elemento: La Adaptación Sorprendente de Will
Mientras Will, ahora
completamente inmerso en su papel de Barbara, terminaba su calentamiento, una
figura musculosa se acercó. Era el entrenador del gimnasio, Arthur, con una
sonrisa amable. "¿Quieres ayuda con las pesas, como siempre, Barbara?",
preguntó con familiaridad.
La respuesta de La Nueva Barbara
salió con una naturalidad asombrosa, sin titubeos ni segundos de duda.
"Sí, claro, Arthur, siempre será bienvenida tu ayuda." La voz era de
Barbara, la cadencia, la calidez en el tono. Era como si el verdadero Will se
hubiera desvanecido por completo, dejando solo una convincente réplica de la
señora Henderson.
Bajo la atenta guía de Arthur, La
Nueva Barbara realizó su rutina de pesas sin mayores complicaciones. Cada
levantamiento, cada repetición, se sentía bien, casi como si el cuerpo
estuviera programado para ello. La experiencia fue agradable, una sensación de
satisfacción física que Will nunca había asociado con su propia vida.
Al terminar su entrenamiento, La
Nueva Barbara no se apresuró a irse. En cambio, se encontró charlando
animadamente con algunos de los amigos y amigas de Barbara en el gimnasio.
Hablaban sobre rutinas de ejercicio, planes para el fin de semana y anécdotas
triviales. La Nueva Barbara se sorprendió de lo fácil que era mantener la
conversación, los recuerdos de Barbara proporcionando las respuestas adecuadas
y los temas de discusión habituales. La mayoría de ellos tenían que ir a
trabajar, pero La Nueva Barbara solo tenía que regresar a casa para cambiarse y
continuar con la siguiente tarea del itinerario que El Nuevo Will le había
dejado.
La Reacción
de El Nuevo Will: ¿Éxito o Preocupación?
Mientras tanto, la señora
Henderson, en el cuerpo de Will, se encontraría en su propia realidad de
"adolescente". Aunque al principio sentiría una punzada de pérdida
por su propia astucia y agudeza mental, la facilidad con la que La Nueva
Barbara se estaba adaptando a su vida la llenaría de una mezcla compleja de
emociones.
Por un lado, habría una innegable
satisfacción. Su "entrenamiento" estaba dando frutos, y el plan para
mantener la farsa parecía funcionar mejor de lo que había anticipado. Will
estaba asumiendo el rol de Barbara con una convicción que rozaba lo aterrador.
Su matrimonio y su figura estaban, al menos por ahora, a salvo.
Sin embargo, también surgiría una
preocupación creciente. Los efectos secundarios de las máscaras, que parecían
estar fusionando las personalidades y los recuerdos de ambos, eran mucho más
profundos de lo que imaginó. Si Will se estaba convirtiendo tan convincentemente
en Barbara, ¿qué implicaciones tenía eso para su propia identidad en el cuerpo
de Will? ¿Hasta qué punto se estaba "volviendo" Will? El control que
creía tener sobre la situación empezaba a sentirse más precario. La facilidad
con la que Will se adaptaba, el placer que parecía encontrar en las actividades
de Barbara, la hacía preguntarse si no había creado un monstruo, o al menos,
una versión de sí misma que no podría revertir.
Después del gimnasio, el
itinerario de La nueva Barbara lo llevó al supermercado. Al entrar, se
sorprendió al ver cómo la mayoría de los empleados lo conocían y lo
saludaban cálidamente, refiriéndose a él como "señora Henderson"
o "Barbara". Will respondió con naturalidad, asimilando los saludos y
las pequeñas conversaciones, como si llevara años haciéndolo. Los recuerdos de
Barbara se mezclaban con sus propias reacciones, permitiéndole navegar la
situación sin problemas. Sabía dónde encontrar cada producto y cuáles eran los
favoritos de la familia, llenando el carrito con una eficiencia que habría
impresionado a la verdadera Barbara.
El Club de
Lectura: Un Desafío Superado
La tarde trajo consigo el desafío
del club de lectura con algunas amigas de Barbara. Will nunca había
leído por gusto, y el libro en cuestión, una novela densa y filosófica, era lo
último que elegiría. Sin embargo, cuando las amigas de Barbara llegaron, los recuerdos
fusionados de su anfitriona lo salvaron.
La Nueva Barbara no solo recordó
los puntos clave de la trama, sino también las opiniones de Barbara sobre los
personajes, sus pasajes favoritos e incluso las críticas que ella había pensado
hacer. Participó en la discusión con fluidez, aportando comentarios que sorprendieron
incluso a las amigas de Barbara por su profundidad. "Vaya, Barbara, hoy
estás particularmente perspicaz", comentó una de ellas, haciendo que Will
sintiera una extraña punzada de orgullo.
El club de lectura fue un éxito
rotundo para La Nueva Barbara. La farsa se mantenía, y de hecho, cada vez era
más convincente. La integración de los recuerdos y la personalidad de Barbara
en Will era tan profunda que a veces, él mismo dudaba de quién era realmente.
La vida de ama de casa, las interacciones sociales, las rutinas diarias... todo
se sentía extrañamente natural.
De regreso en casa, la siguiente tarea era preparar el almuerzo para él y Gavin. Aquí, los recuerdos de Barbara brillaron con más fuerza, guiando sus manos para cortar verduras, sazonar la comida y usar los electrodomésticos con la destreza de un chef experimentado. La comida, sencilla pero deliciosa, estuvo lista en poco tiempo.
Encuentro en
la Escuela: Recuerdos Cruzados
El "nuevo Will" (la
señora Henderson en el cuerpo de Will) llegó a la escuela, su mente aun
procesando los extraños recuerdos que ahora se mezclaban con los suyos. La
sensación de familiaridad con el entorno adolescente era inquietante. No perdió
el tiempo. Apenas vio a Gavin, lo jaló del brazo, arrastrándolo a un rincón
apartado del bullicio de los pasillos.
"Tenemos que hablar",
dijo El Nuevo Will, su voz adolescente inusualmente seria. "Algo... algo
extraño está pasando. Ahora tengo más recuerdos de Will… Gavin. Y no solo eso,
¡también sé cosas de ti y de Will que no debería saber!" Un rubor se
extendió por su rostro. "Incluso recuerdo quién le gusta a Will... ¡Sé que
es Rose!"
Gavin, que había estado a punto
de contarle su propia experiencia, asintió vigorosamente. "¡Lo mismo pensé
esta mañana! Mamá... bueno, Will... se comportó casi igual a ti. Me despertó
con un beso, y a papá también. Y lo más raro es que no le pareció nada extraño.
Pensé que habías vuelto a tu cuerpo, de verdad."
El Nuevo Will frunció el ceño.
"Entonces, ¿esto es un efecto secundario de las máscaras? Estamos
asimilando las personalidades y los recuerdos del otro." La implicación
era enorme. No solo habían intercambiado cuerpos, sino que sus mentes también
estaban empezando a fusionarse de alguna manera.
"Eso parece", dijo
Gavin, sintiendo una mezcla de asombro y aprensión. "Es como si las
máscaras no solo nos pusieran en el cuerpo del otro, sino que también nos
programaran para ser ellos. ¿Qué significa esto para nosotros? ¿Vamos a ser ellos
para siempre?"
El Nuevo Will se quedó en
silencio por un momento, la magnitud de la situación pesando sobre ella. La
idea de que su propia identidad se disolviera y se fusionara con la de un
adolescente era profundamente perturbadora. Pero también había una extraña
resignación. Si Will podía ser ella de manera tan convincente, quizás ella
también tendría que aprender a ser Will, no solo en cuerpo, sino también en
mente.
"No lo sé, Gavin",
respondió finalmente El Nuevo Will, su voz cargada de una extraña aceptación.
"Por ahora, solo sabemos que tenemos que mantener la farsa. Y parece que
las máscaras nos están 'ayudando' a hacerlo."
La campana sonó, indicando el
comienzo de las clases. Ambos se dirigieron a sus respectivas aulas, sus mentes
zumbando con las implicaciones de estos nuevos y profundos cambios. La vida,
tal como la conocían, había desaparecido, reemplazada por una existencia donde
la identidad era fluida y los límites entre ellos se difuminaban cada vez más.
El Control
Recuperado: El "Switch" de la Personalidad
La aparente fusión de
personalidades que había alarmado a Gavin y a El Nuevo Will resultó ser un
fenómeno más temporal y menos invasivo de lo que parecía. La realidad, para
Will, era que el golpe tan fuerte de la personalidad de Barbara solo duró
ese primer día. A la mañana siguiente, al despertar en el cuerpo de la
señora Henderson, Will sintió una claridad renovada. Los recuerdos de Barbara
seguían ahí, accesibles, pero ya no lo abrumaban ni dictaban sus acciones. Recordó
quién era y qué hacía en ese cuerpo.
Fue como si, después de una
inmersión profunda, su propia conciencia hubiera resurgido a la superficie,
ahora equipada con una nueva capa de información. Will descubrió que no estaba
condenado a ser Barbara permanentemente. En cambio, era como si tuviera un "switch"
o un interruptor: podía "encender" la personalidad de Barbara,
sus recuerdos, sus habilidades y su aplomo cuando lo necesitara, y
"apagarla" para regresar a su propia forma de pensar.
Esta capacidad le proporcionó un
inmenso alivio y una sensación de control. Will, que siempre había sido algo
despistado y menos organizado, se dio cuenta de que gran parte de la
inteligencia, la agilidad social y la eficiencia que había mostrado el día anterior
no eran suyas, sino que provenían directamente de la mente de Barbara. Esa
perspicacia y la habilidad para manejar situaciones complejas eran, en gran
medida, la inteligencia de Barbara a su disposición.
Esta nueva habilidad no solo
simplificaba la farsa, sino que también la hacía menos aterradora. Ya no era un
esclavo de una identidad impuesta, sino un operador con acceso a un conjunto de
habilidades avanzadas.
El
Descubrimiento del "Switch": La Señora Henderson Recupera el Control
Para la señora Henderson, en el
cuerpo de Will, el descubrimiento del "switch" no fue tan inmediato
ni intuitivo como para Will. La confusión inicial y la sensación de perder su
propia agudeza mental la habían desorientado. Sin embargo, a medida que el día
avanzaba y se enfrentaba a las rutinas de Will –las clases, las interacciones
con sus amigos, la jerga adolescente–, algo comenzó a cambiar.
Fue durante una clase de
matemáticas, mientras la mente de Will se sentía abrumada por fórmulas que
apenas entendía, que la señora Henderson tuvo un momento de lucidez. Se dio
cuenta de que podía "apagar" la personalidad dispersa y las reacciones
impulsivas de Will, y volver a activar la mente de Barbara Henderson. En
ese instante, la familiar claridad y lógica de su propia inteligencia
regresaron. Las ecuaciones cobraron sentido, su agudeza para percibir detalles
y conexiones que la mente de Will no procesaba se hizo presente.
Con su inteligencia intacta, la
señora Henderson pudo deducir casi lo mismo que Will: que las máscaras habían
implantado recuerdos y patrones de comportamiento, pero que ella, al igual que
Will, tenía la capacidad de alternar entre su propia personalidad y la del
cuerpo que habitaba. No estaba atrapada; tenía un grado de control. Esta
revelación fue un enorme alivio, devolviéndole la confianza que había sentido
mermada.
Implicaciones
del "Switch" para Ambos
Ambos, Will y la señora
Henderson, han descubierto una capacidad sorprendente: la de alternar
conscientemente entre sus propias personalidades y las de los cuerpos que
ocupan. Esto
pensó Barbara en el cuerpo de Will y se dijo a si mismo, esto cambia
drásticamente la dinámica de su situación empezando a pensar con su lógica
habitual llegando a las siguientes conclusiones:
- Mayor Control: Ya no son víctimas pasivas de
la transformación, sino que pueden "actuar" sus nuevos roles de
manera más efectiva, usando los recuerdos y habilidades del otro cuando
sea necesario, y regresando a su propia identidad cuando estén a solas.
- Gestión de la Farsa: La señora Henderson
puede ahora usar la perspicacia de Barbara para navegar la vida de Will de
forma más convincente, y Will puede invocar la inteligencia de Barbara
para mantener la sofisticación de la señora Henderson.
- Identidad y Autonomía: Aunque los recuerdos
se han fusionado, ambos han reafirmado su propia identidad central,
evitando la pérdida total de quiénes son.
Gavin: El Eje de la Farsa Compartida
Gavin, sin
saberlo, se había convertido en el nexo vital entre sus dos seres queridos
atrapados en cuerpos ajenos. Después de sus inquietantes conversaciones con
Will (en el cuerpo de Barbara) y con su madre (en el cuerpo de Will), se dio
cuenta de algo extraordinario. Ambos, a pesar de la distancia y la falta de
comunicación directa entre ellos, habían llegado a la misma sorprendente
conclusión sobre las máscaras: la capacidad de activar y desactivar la
personalidad del cuerpo que ocupaban.
Con una
mezcla de alivio y asombro, Gavin comunicó a cada uno el descubrimiento del
otro. "Mamá", le dijo a El Nuevo Will durante el almuerzo en la
escuela, "Will también se dio cuenta. Dice que es como un 'switch', que
puede ser tú o ser él". Más tarde, al hablar con La Nueva Barbara mientras
esta preparaba la cena, le comentó: "Gavin, mi mamá también lo descubrió.
Puede 'encender' su personalidad o la tuya. Están igual".
Este
entendimiento compartido, transmitido a través de Gavin, les dio a ambos una
extraña sensación de solidaridad y control. Ya no se sentían solos en su
peculiar dilema.
La Confusión de la Normalidad
Sin embargo,
el "switch" también traía consigo una nueva capa de complejidad,
especialmente para Gavin. Había momentos en que la farsa era tan convincente,
la personalidad del cuerpo era tan dominante, que él mismo olvidaba la verdad.
Cuando Will que estaba en el cuerpo de Barbara y "activaba" el switch de la señora
Henderson, su comportamiento, sus gestos, su voz e incluso la esencia de su
madre se hacían tan patentes que Gavin, por un instante, olvidaba que estaba
hablando con su amigo. Se encontraba conversando con "mamá" de la
manera más natural, compartiendo secretos o pidiendo consejos, solo para
recordar con un sobresalto que era Will quien estaba escuchando y respondiendo.
Lo mismo
sucedía con su madre en el cuerpo de Will. Cuando ella encendía la personalidad
adolescente de Will, Gavin se sentía nuevamente con su mejor amigo. Las bromas,
la forma de hablar, los intereses, todo era tan auténtico que Gavin a veces
bajaba la guardia, actuando con la familiaridad de su amistad, hasta que un
recordatorio sutil de la señora Henderson que habitaba ese cuerpo lo traía de
vuelta a la realidad.
La vida de
Gavin se había convertido en una danza constante entre la ilusión y la verdad,
una farsa perfectamente ejecutada por dos personas que ahora podían, a
voluntad, ser ellos mismos o la persona a la que su cuerpo pertenecía.
CONTINUARÁ
Les recuerdo que quiero comentarios para ver si les gusta o le paro, eso me ayuda a saber como va la historia
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