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lunes, 2 de junio de 2025

Las Mascaras que copian Secuela Segunda parte

LAS MASCARAS QUE COPIAN (segunda parte)

Por Alexa Padme (esta es una continuación hecha por mi) Busquen las anterior partes en este Blog)


www. Fatralatg.blogspot.mx

(Si quieren mas comenten si no veo comentarios, creo que no les interesa)



Un Respiro Inesperado

El señor Henderson regresó a casa poco después, y la primera cosa que notó fue que la mesa ya estaba levantada y los platos lavados. Will, en el cuerpo de Barbara Henderson, había sido sorprendentemente eficiente con la ayuda de Gavin.

"¡Barbie!", exclamó el señor Henderson, usando el diminutivo cariñoso de su esposa, al ver a La Nueva Barbara. "Veo que dejaste todo impecable. Mañana tengo que levantarme temprano, así que me iré a la cama ya." Pero no sin antes darle un nuevo beso en la mejilla

El corazón de La Nueva Barbara dio un salto de alivio. La señora Barbara Henderson/Will no le había dado instrucciones específicas sobre cómo manejar el tema de la intimidad, y él, que seguía siendo virgen, estaba aterrado ante la perspectiva. Escuchar al señor Henderson decir que se iba a la cama solo y temprano fue un bálsamo.

"Claro, cariño", respondió La Nueva Barbara, forzando una sonrisa que intentaba ser convincente. Por dentro, Will suspiró, aliviado. Por lo menos esta noche estoy a salvo, pensó. La farsa se mantendría por un día más.



El Efecto Secundario de las Máscaras

Gavin se dirigió a su habitación, el alivio de la noche sin incidentes aún persistía. Al pasar junto a Will, quien ahora habitaba el cuerpo de su madre, Gavin se inclinó por costumbre para darle un beso de buenas noches en la mejilla. Will, sorprendido, se apartó con un leve jadeo.

"¡Gavin, ¿qué haces?!", reclamó Will, su voz femenina resonando con un tono de pánico.



Gavin retrocedió, con las mejillas sonrojadas. "Viejo, perdón, es la costumbre", se disculpó rápidamente. "Pero también, si no lo hago mañana al despedirme, papá podría sospechar. Además, solo es en la mejilla." La lógica de Gavin era innegable, y Will se dio cuenta de que cada pequeña interacción, cada hábito, ahora se había convertido en una trampa potencial para exponer su secreto.

Will, aunque incómodo, asintió con la cabeza. La farsa debía mantenerse a toda costa. Se dirigió al baño, recordando las instrucciones de Barbara para desmaquillarse cuidadosamente. Frente al espejo, vio el rostro de Barbara, libre de maquillaje, y sintió una punzada de extrañeza. Luego, se fue a la habitación principal.

Abrió el armario de Barbara y se encontró con una revelación. Un sinfín de lencería sexy, camisones de seda y negligés elegantes colgaban a la vista. Will se sintió abrumado y un tanto mortificado. Nunca había imaginado el guardarropa íntimo de la madre de su amigo de esa manera. Buscó lo más discreto posible, decantándose por un camisón simple y menos revelador que los demás, aunque aun así se sentía extraño con él puesto. Mañana tendría que levantarse temprano para preparar el desayuno, tal como Barbara lo había enseñado.



Pero durante la noche, mientras Will se hundía en un sueño inquieto en la cama de Barbara, algo extraordinario comenzó a suceder. El cuerpo de la señora Henderson, que ahora albergaba la mente de Will, empezó a reaccionar y a adaptarse a su nuevo inquilino de una manera que las máscaras tenían programado.

Pequeños fragmentos de recuerdos, sensaciones y conocimientos que pertenecían a Barbara comenzaron a filtrarse en la mente de Will. Era como si el cuerpo, al acostumbrarse a su nueva presencia, compartiera parte de su esencia. Will no despertaría con una comprensión completa de la vida de Barbara, pero tendría destellos: el lugar exacto de las sartenes en la cocina, la forma preferida de su esposo para el café, el tono de voz que usaba con sus amigas, incluso recuerdos de la infancia de Gavin. Estos pequeños "fragmentos" de Barbara se integrarían en la mente de Will, ayudándolo a no sentirse tan extraño y desorientado en su nuevo cuerpo.

Lo mismo le ocurrió a la señora Barbara Henderson en el cuerpo de Will. También ella comenzó a asimilar algunos de los recuerdos y patrones de pensamiento de Will. De repente, entendía el argot adolescente, recordaba la ubicación de ciertos videojuegos o las bromas internas de Gavin y Will. El cuerpo del adolescente, al igual que el de Barbara, estaba intentando "ayudar" a su nueva mente a integrarse, haciendo que ambos, de una manera extraña y casi orgánica, fueran más similares a la persona cuyo cuerpo ahora habitaban. La adaptación forzada de sus vidas había provocado un efecto secundario inesperado y profundo por parte de las máscaras, alterando no solo sus cuerpos, sino también partes de sus mentes.

El Despertar de una Nueva Realidad

El suave resplandor del amanecer se filtraba por las cortinas, y el cuerpo de Barbara, ahora habitado por Will y permeado por fragmentos de su memoria, se movió con una familiaridad asombrosa. Will, ahora más Barbara que nunca, se levantó sin la acostumbrada torpeza matutina, sus pies encontrando el camino hacia la cocina con una extraña naturalidad. Las manos, antes ajenas, se movían con la destreza de Barbara, preparando el café con la medida exacta y tostando el pan mientras el aroma a desayuno se esparcía por la casa.



Con el desayuno listo, La nueva Barbara se dirigió a la habitación principal. El señor Henderson dormía profundamente. Will se inclinó y depositó un suave beso en la frente de su "marido", una acción que el día anterior le habría provocado un escalofrío. "Ya es hora, querido", susurró con una voz que, aunque femenina, sonaba completamente natural saliendo de sus labios. El señor Henderson apenas se revolvió, murmurando algo ininteligible.

Luego, La nueva Barbara se dirigió a la habitación de Gavin. Se acercó a la cama de su amigo y, con una mezcla de instinto y los recién adquiridos recuerdos de Barbara, se inclinó. Un beso suave que aterrizó en la frente de Gavin. "Despierta, dormilón, que se hace tarde", dijo con la misma ternura que Barbara usaba.



Gavin, aún medio dormido, murmuró: "Sí, mamá, ahora voy." De repente, sus ojos se abrieron de golpe, la niebla del sueño disipándose mientras la realidad de lo sucedido la noche anterior lo golpeaba. Miró fijamente a La Nueva Barbara. "Mamá, ¿eres tú? ¿Ya no eres Will?"

La Nueva Barbara, ahora con la agilidad mental de Barbara, actuó con una rapidez asombrosa. Recordó el tono de voz de Barbara, la forma en que desviaba las preguntas incómodas, la sutil manipulación emocional que usaba. "Pero mi vida, claro que soy Will. ¿No recuerdas lo que pasó ayer? Vaya, preguntas cosas muy raras." La voz era de Barbara, el tono, la réplica, todo era de Barbara, pero las palabras venían de Will. "Bueno, el desayuno ya está listo."

La ambigüedad en su respuesta, la mezcla de la verdad de Will con la forma de ser de Barbara desarmó a Gavin. Se sentó en la cama, la confusión grabada en su rostro. "Pero..."

"Nada de 'peros'", interrumpió La Nueva Barbara, con una sonrisa maternal que, aunque extraña, parecía encajar perfectamente en el rostro de Barbara. "Tu papá ya se está levantando. Baja antes de que se enfríe."

Gavin observó a su "madre" salir de la habitación, sus pasos firmes y decididos. Era increíble. Will estaba actuando exactamente como Barbara, incluso sonaba como ella. Los efectos secundarios de las máscaras eran más profundos de lo que habían imaginado.

El Despertar del Nuevo Will: Una Nueva Perspectiva

A varios kilómetros de distancia, en la casa de Will, el "nuevo Will" (la señora Henderson en el cuerpo de Will) también se levantó. Sus movimientos eran los habituales de un adolescente: un estiramiento perezoso, un vistazo rápido al teléfono. No se percató de que algo había cambiado hasta que se metió a bañar.

Mientras el agua caliente caía sobre su piel, El Nuevo Will tuvo una epifanía. Se dio cuenta de que ya no le avergonzaba la sensación de ser un hombre; de hecho, lo veía con una extraña normalidad. Ella, como Barbara, siempre había sido una mujer sumamente inteligente y astuta. Aunque se había dedicado al hogar, eso no le había quitado su agudeza mental. Ahora, en el cuerpo de Will, sentía que había perdido un poco de esa agudeza, esa perspicacia que la definía. Sin embargo, una parte de ella pensó que quizás eso sería para mejor, que una mente menos aguda en un cuerpo de adolescente podría ayudarla a sobrellevar las cosas.

Una pregunta crucial cruzó por su mente: ¿Le habría pasado lo mismo a Will en su antiguo cuerpo? ¿Estaría él, ahora como Barbara, experimentando la misma integración de recuerdos y personalidades? La posibilidad de que Will también estuviera cambiando, asimilando parte de su propia esencia, la intrigaba y la preocupaba al mismo tiempo. Necesitaba saberlo.



El Nuevo Will: Un Amanecer Diferente

El "nuevo Will" se levantó con la rutina habitual de Will, el cuerpo que ahora habitaba. No había un desayuno preparado esperándolo, ni la cálida voz de una madre llamándolo. Sus padres, a diferencia de los de Gavin, eran figuras casi inexistentes durante la semana, sumergidos en sus trabajos y apareciendo solo los fines de semana. Will sabía que su desayuno lo encontraría en el refrigerador y que tendría que calentarlo.

Mientras se movía por la cocina, un recuerdo fugaz de Barbara se cruzó por su mente: la obsesión por la limpieza, la necesidad de no dejar nada fuera de lugar. Pero en ese momento, prevaleció la esencia de Will. "Bah", pensó El Nuevo Will, encogiéndose de hombros, "los trastes pueden esperar". Y la cama, la dejó deshecha, una rebelión sutil contra las costumbres impecables de Barbara, ahora que habitaba un cuerpo con hábitos muy diferentes. Total, sus padres casi nunca estaban para notarlo.


Barbara en el Gimnasio: Una Transformación Inesperada

El desayuno transcurrió con sorprendente normalidad. Will, ahora más "Barbara" que nunca, navegó la conversación con el señor Henderson con una fluidez que lo asombró incluso a él mismo. Los pequeños fragmentos de memoria de Barbara, combinados con su propia adaptación, le permitían responder con la familiaridad de una esposa de años. Al despedir a Gavin con un beso en la mejilla, y al señor Henderson con otro en los labios, Will notó con asombro que el contacto ya no se sentía extraño; era simplemente... una rutina.

Una vez que la casa quedó en silencio, La Nueva Barbara sacó el itinerario que El Nuevo Will le había dejado. La primera actividad del día: el gimnasio. Will se sintió un poco abrumado al principio. Prometer mantener el cuerpo de Barbara en forma era una cosa, pero enfrentarse a un gimnasio, lleno de espejos y máquinas desconocidas, era otra. Sin embargo, para su sorpresa, una sensación extraña comenzó a surgir. No solo no le molestaba la idea de ir, sino que sentía una inesperada motivación, casi una urgencia, por mantener la figura que ahora poseía. Era como si la propia Barbara, o al menos su preocupación por su físico, se hubiera anclado en él.

Se vistió con la ropa deportiva de Barbara, ajustada y cómoda, y se dirigió al gimnasio, sintiendo una confianza que nunca había poseído en su propio cuerpo. Al entrar, el ambiente le resultó familiar, no por una experiencia previa de Will, sino por los nuevos recuerdos que se habían fusionado en su mente. Sabía dónde estaban las mancuernas, qué máquina usar primero para calentar, e incluso la rutina de estiramientos que Barbara solía hacer. El cuerpo se movía con una eficiencia y una memoria muscular que no eran suyas, pero que ahora se sentían intrínsecamente propias.

Mientras se ejercitaba, observando su reflejo en los espejos, La Nueva Barbara se dio cuenta de la magnitud de la transformación. No era solo que estaba en el cuerpo de Barbara; era que se estaba convirtiendo en Barbara, al menos en la forma en que su mente interactuaba con el mundo y con su nuevo físico. La preocupación por el peso, la satisfacción de una rutina de ejercicios completada, el deseo de mantener la estética de su cuerpo; todo esto era nuevo para Will, pero se sentía increíblemente natural para "Barbara". La promesa que le hizo a la señora Henderson era más fácil de cumplir de lo que jamás imaginó, porque ahora, realmente quería cumplirla.




CONTINUARÁ 

Les recuerdo que quiero comentarios para ver si les gusta o le paro, eso me ayuda a saber como va la historia 

2 comentarios:

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