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miércoles, 29 de octubre de 2025

Cha Hae-In y su intercambio de Cuerpos

 Esta Historia esta basada en Imágenes de Pixiv, https://www.pixiv.net/en/artworks/136559025

Disclaimer: Esta historia es una obra de ficción inspirada en personajes y conceptos del manhwa "Solo Leveling". No pretende ser parte del canon oficial de la serie y es una creación original basada en una premisa alternativa. Todos los derechos de los personajes originales pertenecen a sus respectivos creadores.

⚔️ El Intercambio de la Cazadora



Capítulo I: El Engaño Irreversible

1. La Cima de la Soledad

El aire en el umbral del portal de rango B era un miasma de olores: la humedad terrosa, el azufre residual de la apertura, y por encima de todo, la esencia del maná. Para Cha Hae-In, Vice-Maestra del Gremio Ahjin, el maná era una presencia física, casi musical. Pero la energía que sentía en los demás cazadores era "sucia", una cacofonía que irritaba su sensible conciencia. Por eso estaba sola.

Se adentró en la oscuridad del túnel rocoso. Su uniforme escarlata y blanco, una extensión de su voluntad de acero, era la única luz clara en la penumbra. Su espada ya estaba en la mano, un peso familiar y reconfortante. Sus ojos violetas escanearon el entorno, buscando el mínimo indicio de una emboscada. La única anomalía era la flora: pequeñas flores azules, iridiscentes y extrañamente brillantes, que brotaban del suelo como estrellas caídas. El aroma que desprendían, dulce y penetrante, luchaba por dominar el hedor del maná.



El silencio, denso y expectante, fue roto por un ruido que le erizó el pelo: el jadeo torpe de un humano no potenciado.

Jin-Ho, el civil, apareció tropezando desde una abertura lateral. Llevaba su uniforme de trabajo gastado, el chaleco reflectante y las gafas desorganizadas, la personificación del ciudadano promedio, asustado y totalmente fuera de lugar. Había quedado atrapado, y su pánico era un perfume que Cha Hae-In podía percibir.

—¡Por favor, señorita! ¡La salida se cerró! —balbuceó Jin-Ho, con los ojos moviéndose frenéticamente entre la Cazadora y la oscuridad amenazante.

La frustración hirvió en Cha Hae-In. Un civil era una responsabilidad inasumible.

—¡Quédese quieto! ¡No toque nada! —ordenó ella, su voz baja y gélida.

Pero Jin-Ho, superado por el terror y el aroma químico y dulce de las flores, se agachó. Vio la flor más grande como un ancla, un objeto mundano en medio del horror. La tomó, la acercó desesperadamente a su rostro y aspiró, buscando un consuelo químico, un momento de paz.



Cha Hae-In vio el error, la estupidez suicida, y se acercó para golpearle la mano. Pero, en el último momento, la necesidad de su conciencia de guerrera de identificar la naturaleza de la toxina se impuso. Se inclinó sobre una flor cercana, atrayendo el aroma.



El impacto fue una explosión azul, silenciosa pero violenta, un trueno cerebral que despojó a ambos de la conciencia.





2. La Pesadilla del Despertar Cruzado

El primero en reaccionar fue el cuerpo de la Cazadora.


(¿Qué me paso?, me siento extraño)


Recuerdo haber visto a la Cazadora Cha Hae-In)


(Me siento extraño)


(Parece que esta no fuera mi cara)


(Que raro, mis ojos no tiene unas pestañas tan largas)


(¿Pero que es esto?, tengo pechos... yo no debería tener pechos)


(No es un sueño, estas cosas son reales y pesan mucho)


(Mi voz, tampoco suena como la mía, es muy aguda y melódica)


(Un momento, pero... creo que me falta algo)


Este abdomen tampoco es mío, esta muy marcado cuando yo soy un debilicho)




(¡¿Me podré poner de pie? el balance es distinto)

(Que raro, estas cosas se mueves por su propia voluntad, no dejan de rebotar)


(¿Porque? no me siento como yo, y sigo confundido)


Aquí hay algo esponjoso que yo no tenía, es un trasero grande ¿Qué me paso?)


Jin-Ho, atrapado en la forma escarlata, se levantó con un gemido. El peso y la rigidez de la armadura eran abrumadores. Intentó limpiarse la frente, pero su mano se detuvo al encontrarse con el guante blindado. Vio Su cuerpo el Jin-ho a unos escasos metro de el

Llevó la mano a la boca, sus ojos violetas se abrieron con un terror absoluto. Este no era su rostro, esta no era su voz, este no era su destino. El shock se volvió llanto, la debilidad del Trabajador fluyó del rostro de la guerrera.



A su lado, el cuerpo civil se movió. La auténtica Cha Hae-In, el alma guerrera, se incorporó con una furia fría. Sus manos, antes herramientas letales, eran ahora blandas y débiles. Intentó sentir el maná, el pulso del mundo, pero solo encontró un vacío. El pánico del cuerpo no era nada comparado con la desesperación de su alma.

Ella se tocó la cabeza, sintiendo el cabello corto, unas gafas torcidas. La humillación era más dolorosa que la debilidad.


(¿Qué paso? yo estaba sosteniendo una flor y de pronto me desmaye, pero no me siento como yo)


(Espera... algo hay entre mis piernas, esto yo no lo tenia antes, ¿Qué podría ser?

Se levantó, su mirada de guerrera se clavó en la Cazadora que lloraba. Vio el uniforme manchado de sudor, los hombros encogidos. Vio su cuerpo manejado con la torpeza y el terror.

—¡Tú! —Su voz, antes una melodía potente, era ahora un chillido débil y masculino. —¡Maldita sea! ¡¿Qué has hecho?! ¡Devuélveme mi cuerpo!




Jin-Ho (en la Cazadora) dio un respingo, sus manos se agitaron en defensa.

—¡Yo no hice nada! ¡No sé cómo! ¡No sé cómo usar esto! ¡Mira! —Intentó dar un paso, y el movimiento fue tan potente que casi cae. —¡Soy un trabajador! ¡No una Cazadora!

Cha Hae-In (en Jin-Ho) cerró los ojos un instante. La desesperación pura. Ella se lanzó hacia la Cazadora con una coordinación horrible, tropezando con sus propios pies.

—¡Mientes! ¡Siente la fuerza! ¡Siente el maná! ¡Detente, idiota, tienes que arreglarlo!

3. El Sacrificio Inutilizado

El cruce de reclamos y amenazas fue silenciado por la mazmorra. El suelo vibró. Un rugido gutural, acompañado por el clic-clic de garras, anunció la llegada de la amenaza. Un Lobo de Maná emergió, sus ojos rojos fijándose en la presa más débil.

Jin-Ho, el trabajador, se quedó paralizado. Su mente civil no podía procesar el ataque.

Cha Hae-In, la guerrera, no dudó. El instinto tomó el control. Su cuerpo era débil, pero su alma no.

—¡El lobo! ¡No te muevas! —gritó. Con una fuerza desesperada, empujó el cuerpo de la Cazadora, arrojando a Jin-Ho fuera de la línea de ataque.

La guerrera sabía que el cuerpo de un civil era invisible para la mayoría de los monstruos, pero al haber atacado primero con maná, el Lobo la había detectado. Su mente tomó una decisión final y terrible: el cuerpo poderoso debía sobrevivir.

Se interpuso, ofreciendo el cuerpo frágil del conserje como escudo.

—¡Corre, inútil! ¡Llama al Gremio! —fue su último mandato.

El Lobo de Maná se abalanzó. No hubo tiempo para gritos o lamentos. Las garras se clavaron en la espalda de Cha Hae-In (en el cuerpo de Jin-Ho). El golpe fue brutal, fatal. El cuerpo cayó inerte, la sangre empapando el chaleco de seguridad. La Cazadora de Élite había muerto.




Jin-Ho (en Cha Hae-In) se quedó mirando, el terror congelando sus pulmones. Él había presenciado la muerte, el sacrificio de la guerrera que lo había salvado. Su propia vida, la del trabajador, yacía a sus pies.




El monstruo se retiró, satisfecho. El silencio regresó, pero era ahora un silencio contaminado con la verdad. Jin-Ho se quedó solo con su herencia, una mezcla de culpa y terror.


Capítulo II: La Jaula de Oro y el Despertar del Usurpador

1. El Caos de la Fama y el Primer Engaño

El terror por la muerte de la Cazadora y el instinto de supervivencia fueron los únicos motores de Jin-Ho. Dejó atrás el cuerpo inerte, corriendo con la fuerza brutal y desconocida del cuerpo de Cha Hae-In. La sensación era abrumadora: un estallido de velocidad y resistencia que su mente de conserje no podía controlar. La armadura se sentía como una extensión de su voluntad, aunque él no supiera cómo usarla.

Corrió por el túnel y se lanzó al portal de salida.


(Debo salir de aquí, no quiero Morir)



La transición del portal lo escupió en un destello cegador de luces de la ciudad, justo en medio de una plaza pública de Seúl. El cambio de la oscuridad y el silencio a la cacofonía urbana fue un choque para sus sentidos. Su mente estaba confusa, llena de ecos de gritos y sangre.

La recepción fue inmediata. El cuerpo de una Cazadora de élite era una noticia de primera plana. Decenas de cámaras y periodistas se abalanzaron sobre él.

—¡Vice-Maestra Cha! ¿Su misión en solitario? ¿Fue exitosa?

Jin-Ho se llevó las manos a la cara en un intento instintivo de ocultarse, pero lo único que logró fue llamar más la atención.



El pánico se apoderó de él, pero antes de que pudiera balbucear una incoherencia, una figura vestida de negro se abrió paso en la multitud. Era Min Ah, la asistente personal de Cha Hae-In, una mujer de negocios tan eficiente como implacable.

—¡A un lado! ¡La Vice-Maestra ha terminado! —ordenó Min Ah con voz cortante, agarrando a Jin-Ho por el brazo.



Mientras lo arrastraba por las calles laterales, Min Ah lo sostuvo firmemente, notando la rigidez y el sudor frío de su jefa.

—Vice-Maestra, ¿qué ha pasado? Usted está fuera de sí. ¿Se enfrentó a algo superior a un B?

Min Ah lo miró con severidad, y por primera vez, la presión del engaño pesó sobre Jin-Ho. Su mente civil se activó, ya no con miedo, sino con la necesidad de mentir para sobrevivir.

Jin-Ho forzó su rostro a mostrar la inexpresividad de la Cazadora.

Estoy confundida, Min Ah —respondió Jin-Ho, su voz, la melodiosa de Cha Hae-In, sonando extraña pero autoritaria. —El portal… la flora… algo me aturdió. Necesito silencio y descansar. Lo reportaré al gremio mañana.

Min Ah, acostumbrada a la excentricidad y el estoicismo de su jefa, aceptó la explicación de "aturdimiento". El primer gran engaño había funcionado. Jin-Ho había usado la fachada de Cha Hae-In para ganar tiempo.



2. El Espejo, el Poder y la Revelación

Min Ah lo llevó al lujoso y frío apartamento de la Cazadora, un santuario de cristal con vistas a la ciudad nocturna.



Una vez solo, Jin-Ho se quedó mirando el reflejo. No era solo la armadura; era la presencia, la estatura, la absoluta perfección física que emanaba de su nuevo cuerpo. Llevó la mano al rostro.


(Aún no se que pasó, pero parece que aquí podré estar tranquilo)


(Un momento por que me han traído aquí?)


(Este lugar yo no lo conozco)

El pánico dio paso a la fascinación. Él, el conserje invisible, era ahora esta diosa guerrera. Llevó un dedo a su mejilla, examinando el contorno, sintiendo la firmeza.


(En este espejo podré saber que esta pasando... ¿Cómo es esto posible? esta no es mi cara)


(En verdad no es mi cara, esta muy suave)



El instinto masculino y la curiosidad hedonista se mezclaron con la maravilla del poder. Pellizcó y estiró su propia mejilla, incapaz de creer la belleza y la maleabilidad de su nuevo rostro.

(Es muy linda, no puedo dejar de apretar sus mejillas)



(Es mas se estiran como malvaviscos, es increíble)

El pánico se había ido, reemplazado por la conciencia. Vio su cuerpo en el espejo, despojándose de la armadura. Él era ella. La Cazadora Rango S, la Vice-Maestra, la belleza de la nación.

Tenia que ver mas, descubrir su su cuerpo, por lo que hizo una exploración profunda, ya si ahora iba a ser Cha Hae-In, debía conocer todo acerca de si misma


(esto era lo que me faltaba, mi amigo ya no esta en su lugar)

Lo primero que hizo fu cerciorarse que su Miembro ya no estaba ahí, y en su lugar encontró una hendidura que al tocarla le trajo una descarga eléctrica, algo que nunca había sentido 




Jin-Ho se dijo a si mismo (Esto es fantástico, nunca había sentido algo tan placentero en toda mi vida.)


(Y ¿ahora que hare?) pensó Jin-Ho, (es algo que me tiene con mucha duda desde que descubrí que ahora soy Cha, es algo que no puedo dejar pasar.)

(¿Y ahora)




(Creo que esto es una oportunidad en un millón)


(Tengo que pensar muy bien que es lo que voy a hacer)


(Por el momento creo que soy Cha Hae-In la Cazadora rango S)


(Si esto no es un sueño creo que debo hacer algo al respecto)

No pudiendo aguantar más y pensando que sus niñas querían salir Jin-Ho, se arranco el traje dejando salir dos enormes pechos, los cuales no podía creer que ahora fueran suyos


(No puedo creerlo, estas cosas salieron y se hicieron mas enormes de lo que se veían, si de por si ya eran grandes)


(vaya esto pesa mucho, no sé si es por que tengo mucho mana o es por que las mujeres se acostumbran, pero si estuviera en mi cuerpo masculino mi espalda estría hecha polvo)





(Los pezones son muy sensibles ¿Cómo aguantan las mujeres el rose, o será que estoy excitado y por eso se siente así?)


(Los estoy tomando, y poco a poco los pezones se empiezan a endurecer)


(No es justo las mujeres tiene todo este placer)



(Esto es fantástico, no puedo dejar de tocarlos, quiero mas y mas, creo que ser mujer es lo mejor, yo nunca sentí algo así cuando tocaba mi miembro o me masturbaba)




(la forma en que se mueven es algo increíble, creo que esto va a rebotar de una forma extraordinaria cuando corra)


(Es algo que no me imaginé, pero alcanzo a lamerlos, Cha los tiene enormes... me pregunto si ella hacia esto que estoy haciendo ahora)



(Me parece que me voy a divertir mucho todos los días con estas cosas)


(Ahora al siguiente paso, hay que ver el cuerpo completo, espero no te enojes Cha, pero ahora esta belleza es mía y debo conocerla a la perfección)


(No me di cuenta de mi fuerza y termine destrozando el uniforme, pero estoy seguro que tiene mas)



(Su cama es muy cómoda, parece que estoy entre nubes, creo que hoy dormiré sin nada)


(Ser una mujer como Cha no tiene precio, belleza, poder y riqueza)


Jin-Ho se sorprendió que junto a la cama en un buro de noche había un cajón, y se encontró con un consolador,  y pensó (¡Así que la cazadora no era tan pura como todos piensan!)


(Que bueno que tiene baterías, es algo que debo probar si o si)


(Que es esto, lo que siento es muy intenso, me pregunto si ella será Virgen, pero eso ahora no me importa, quiero disfrutar el momento)




La sensación es algo fuera de este mundo, no puedo parar, y aunque creo que sigo siendo hombre por dentro, me gustaria saber que se sentiría tener un Pene en mi vagina)



Superado por la carga emocional, la fatiga y el descubrimiento de la femeneidad, Ji-Ho se desplomó en la cama de seda.










(¿Ya es de día?)




(¿Que, que? que pasó? ¿Dónde estoy?)


3. La Adquisición de la Máscara

Jin-Ho despertó a la mañana siguiente. Ya no estaba agotado, sino lleno de una energía limpia y potente. Pero algo más había cambiado: al despertar, una avalancha de información ajena llenó su mente.

Eran los recuerdos de Cha Hae-In: las secuencias de movimientos de la espada, los nombres de los contactos del gremio, la frustración por la "suciedad" del maná, y la disciplina espartana de su vida. El intercambio de almas no solo había sido perfecto sino que él había heredado su memoria.

Jin-Ho se sentó en la cama, la comprensión era fría y absoluta.

—Puedo hacerlo —susurró, con la voz meliflua de Cha Hae-In. —No solo tengo el cuerpo y el poder. Tengo el guion.

Se puso de pie, su expresión era inicialmente de seriedad y aceptación total, pues ahora realmente el era Cha Hae-In.



Pero luego, en el espejo, el miedo y el respeto se desvanecieron. Vio la oportunidad: la libertad total. Él no tenía que ser la Cha Hae-In estoica. Podía usar la máscara.

Jin-Ho practicó. Primero, la sonrisa encantadora, la que Cha Hae-In usaba raramente, pero que desarmaba a todos.

Luego, la sonrisa arrogante y calculadora del usurpador, una que el antiguo Jin-Ho nunca se habría atrevido a mostrar.


(Una Selfie para celebrar que ahora soy Cha Hae-In)


(Una más)


(La última de hoy)


(debo esconder estas fotos en una carpeta secreta, no quiero que la reputación de Cha, mas bien mi reputación se vaya al caño)


(Muy Bien, según mis recuerdos debo ir a entrenar, pero hay algo que es raro aquí)


(Algo huele muy bien aqui)


(¿En serio?, si es su axila, no huele a sudor... mas bien huele...)


(Huele a Rosas, esta mujer es increíble, ni siquiera necesita usar desodorante)



(En verdad me saque el premio Gordo)



Llevó la mano a su barbilla, la decisión estaba tomada. No era solo la vida de un cazador lo que había ganado; era la vida de una celebridad con total impunidad. La última pizca de culpa se desvaneció, reemplazada por la codicia y el descaro.

Era tiempo de vestirse y con los recuerdos de Cha Hae-In no tuvo ninguna dificultad.


(Vamos a ver estos cajones, en alguno debe estar su ropa interior)


(Bingo, toda su ropa es roja, se ve que es su color favorito, estas pantys se ven fabulosas, pero como en los mangas o animes hay que explorar un poco)



(Este Olor es el de Cha, no importa que estén lavadas, no me huele a Detergente, sino a su olor corporal)


(Esto es adictivo)


(Tengo que controlarme un poco, después de todo soy una Cazadora rango S)


(Ropa deportiva, ella tiene buen gusto, o será por que soy ella ahora que me gusta tanto)


(Me la voy a poner, y no voy a usar ningún sostén, quiero la experiencia completa)


(Me queda como anillo al dedo, pero como no iba a ser así si es mía la ropa)


(Los tirantes son algo incomodos, pero creo que es algo que todas las mujeres debe de sufrir)


(Listo, la parte de arriba esta puesta, y se ve fabulosa)


(Un brinquito solo para probar el rebote... me encanta se ve increíble como rebotan)


(Ahora la parte de abajo, y aunque me encantaron las Pantys rojas, creo que no me las pondré para hacer ejercicio)





(Ya solo quedan los pants, me gusta como son ajustados)




(La cazadora Cha Hae-In esta lista para salir a hacer su ejercicio matinal)


Después de vestirse solo algo quedaba en su cabeza, unos pensamientos que le decian

—La Cha Hae-In original murió por sus ideales —murmuró al protegerme. —Pero yo, Jin-Ho, viviré esta vida por mí mismo.

La Cazadora había vuelto, pero era la Cazadora que quería ser rica, poderosa y disfrutar de los placeres que el mundo le ofrecía sin restricciones. La vida de Jin-Ho, la de un trabajador temeroso paso a un hedonista usurpador, el estaba completo.

Capítulo III: La Conversión Final del Usurpador

1. La Máquina se Pone en Marcha

Con el "guion" de los recuerdos de Cha Hae-In y la energía renovada del cuerpo de élite, Ji-Ho comenzó su nueva vida. Ya no era un simulacro para sobrevivir, sino la exploración de un inmenso placer.

El primer acto fue el entrenamiento físico. Jin-Ho condujo el deportivo de lujo hasta un gran complejo deportivo. El automóvil en sí era una declaración de su nueva posición, un privilegio que el trabajador jamás habría soñado.


(Por Dios, ¿Qué es esto? es una auto deportivo de lujo, y ahora es mío)


(Es increíble, es muy cómodo, tiene todo con lo que siempre soñé)


(Estoy listo o mas bien lista para empezar, primero el cinturón ya que la seguridad es primero)


(¿Pero que pasa? el maldito cinturón se mete entre mis pecho... eso es algo incomodo, ¿a poco las mujeres tiene que manejar así?)



(En fin así tendrá que ser... ya veré como me acostumbro)


(Al final no es tan incomodo, es más me gusta como se siente, parece que me están dando un masaje)

Al llegar a la pista de atletismo, Jin-Ho comenzó su entrenamiento. Los movimientos, dirigidos por los recuerdos musculares de Cha Hae-In, eran perfectos, pero la intención era diferente. Cha Hae-In entrenaba por deber. Jin-Ho entrenaba por exhibición. Al estirarse y correr, el cuerpo se movía con una sensualidad innata, una performance que no podía ser ignorada.



(Es hora de empezar a entrenar, este cuerpo me lo pide)



(Hoy soy Cha Hae-In Cazadora de Rango S y lista para hacer mis ejercicios matinales)


(Este cuerpo tiene una elasticidad asombrosa)



(Veo que tengo público y no dejan de verme)





2. El Espectáculo Público y la Admiración Robada

Mientras Jin-Ho corría, sintiendo el éxtasis del poder y el viento, la figura de una Cazadora de élite llamaba la atención. Pero la forma en que el "nuevo" Cha Hae-In se movía y se detenía era magnética, deliberadamente audaz.

Jin-Ho se detuvo a estirar, aprovechando el foco de las miradas. El sudor brillaba en su abdomen definido. La sonrisa en su rostro ya no era la fría de Cha Hae-In, sino una sonrisa de burla satisfecha que jugaba con su audiencia.

Desde la pista, un hombre y su hijo miraban. El hombre, visiblemente cautivado por la gracia descarada y la belleza imponente de la Cazadora, se quedó mudo. No era la admiración al poder heroico, sino la pura fascinación por el espectáculo. Jin-Ho, el antiguo invisible, se deleitaba en ser el centro de una admiración tan intensa. Este era el poder real.


Papá tengo sed. Dijo un niño a su padre, el contesto aquí tiene agua, pero déjame observar que la Cazadora Cha esta en la pista.




(Mi público me espera)


(Un poco de estiramiento)


(Voy a dar un poco de Fan Service)


(Veo a un hombre que no deja de verme)


(¿Qué le pasa a esa mujer, nunca la había visto hacer esa clase de movimientos, y algo me esta pasando, me estoy excitando)


El niño pregunto: ¿Papá estas bien? el contesto, si hijo estoy bien es algo que comprenderás cuando crezcas un poco mas


(Que divertido... ese hombre se ha excitado solo con verme entrenar, pero creo que es lo normal cualquiera lo haría solo con verme y pensar en mi haciendo esos movimientos)

Jin-Ho sabía que cada movimiento estaba siendo observado. Este no era un entrenamiento; era un espectáculo para la validación de su nueva vida.

3. El Beneficio del Engaño

Una vez finalizado el entrenamiento, la satisfacción de Jin-Ho era total. Se había ganado su nuevo cuerpo, no por el sudor y la sangre, sino por la audacia de su simulación.

Era tiempo de Bañarse, pues aunque Cha olía a rosas, era una persona muy higiénica


(Los vestidores de las chicas, es algo con lo que todo hombre siempre ha soñado)


(Todas están desnudas o en ropa interior y nadie se alarma por que un hombre esta observándolas, pero bueno... este hombre ahora es una mujer como ellas)


(El agua se siente deliciosa en mi piel, ayer no me bañe cuando llegue a "MI" departamento)


(El jabón resbala en mis pechos, y hace la sensación mas placentera)



(Ya casi termino, ha sido una lección muy enriquecedora)

Salió a la calle con ropa casual (la gorra y la blusa holgada), disfrutando de su nueva libertad. Fue entonces cuando encontró a Yoo-Ri, la estudiante de secundaria.




Yoo-Ri, una chica común, estaba visiblemente angustiada mientras miraba su teléfono.

Jin-Ho se acercó, no para ayudar, sino para explotar el momento. Su sonrisa era encantadora, la máscara perfecta de la celebridad.

—Disculpa, ¿estás bien? —preguntó Jin-Ho, la sonrisa en su rostro era la promesa de algo interesante.

Al ver que era la Vice-Maestra Cha Hae-In, Yoo-Ri se puso aún más nerviosa.



Yoo-Ri no quería ayuda, sino lo que toda fan quiere: un autógrafo y una selfie.

—¡Cazadora Cha! ¡Solo… solo quería saber si podría darme un autógrafo y una foto! Soy una gran admiradora.

Jin-Ho se rió por dentro. ¡Qué fácil era todo! Sacó la libreta y le dio un autógrafo. Su sonrisa al dárselo era la de un benefactor, pero sus ojos brillaban con picardía.



La selfie fue el momento cumbre. Jin-Ho se inclinó hacia la chica, permitiendo la intimidad. No era un gesto de amistad, sino de disfrute por el poder que su belleza y fama ejercían sobre la joven inocente.



Al despedirse, Jin-Ho no se detuvo en la simple foto. La adrenalina del engaño y el hedonismo se combinaron. Con una velocidad que nadie pudo notar, deslizó su mano sobre la falda de la chica.



Yoo-Ri se alejó con el rostro enrojecido de asombro, sin saber si la acción había sido una broma, un error, o un cumplido increíble. Su confusión solo alimentó la satisfacción de Jin-Ho.



Jin-Ho se quedó mirando a la distancia. Tocó su rostro con un dedo, la sonrisa se convirtió en una mueca de satisfacción cínica, un destello de los instintos primarios del conserje, ahora sin las cadenas de la debilidad.



El trabajador Jin-Ho había muerto. La Cazadora Cha Hae-In, la heroína de la nación, era ahora un usurpador hedonista, libre para hacer lo que quisiera.


Así comienza la nueva vida de Cha Hae-In y como de un día para otro su personalidad cambio, pero eso no le impidió hacer su trabajo, el cual gracias a sus recuerdos poda hacer a la perfección.


FIN

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