Les recuerdo que la mayoría de las cosas que publicaré no son mías, sino de personas muy valiosas que aportaron en ese momento y que por cuestiones de la vida les he perdido la pista.
Si alguno se pasea por aquí ojala me lo haga saber.
Empezamos con una Historia de alguien que usaba el seudónimo del Storyteller.
Según yo la historia daba para mucho mas pues esta inconclusa, pero no se si la continuo.
La pongo por que me gusto la trama, y como comenté es nostálgico.
Ojala les guste y comenten:
TIME TRAVELER
By The Storyteller
2002 Copyright
La idea de viajar por el tiempo siempre ha acompañado al hombre moderno desde la aparición de la ciencia. El viaje por el tiempo resulta una fantasía con infinitas posibilidades. Poder viajar al futuro y conocer las causas de nuestra muerte o la de un familiar y poderlas preveer, el saber en que caerá la lotería o inclusive ir más allá, viajar a siglos venideros y ver el desarrollo de la humanidad. En su defecto viajar al pasado para ver la boda de nuestros padres, conocer a un personaje histórico o inclusive asistir a un hecho histórico, claro que todo esto de viajar por el pasado podría generar consecuencias inimaginables que alterarían nuestro presente.
Sin embargo, la idea de poder viajar por el tiempo era y seguía siendo una fantasía hasta el día de hoy.
Todo comenzó la noche previa a mi cumpleaños #25, como era costumbre esa noche estaba navegando por internet cuando de pronto encontré una pagina extraña que me llamo la atención, siempre he tenido una fascinación por lo desconocido, así que cuando leí el titulo de la pagina "portal estelar", no dude un solo instante para entrar en ella. En la página se ofrecía al visitante la posibilidad de viajar por el tiempo con simplemente inscribirse en ella y formar parte de lo que llamaban Time Travelers. A los recién iniciados se les asigna de forma aleatoria su viaje por el tiempo, mientras que a los miembros con más de un viaje se les da la libertad de escoger la fecha y lugar al que quieren viajar. Que diablos importa el no poder seleccionar la fecha del viaje en un inicio, con tal de viajar por el tiempo no tiene importancia la fecha, además para la próxima ya podría escoger la fecha y el lugar de mi viaje, claro si funciona. Así que me decidí a inscribirme de inmediato, la página pedía los clásicos datos: nombre, sexo, fecha de nacimiento, lugar de residencia, etc. Tan pronto terminé de llenar los espacios en blanco para registrarme, di clic en el mouse y se apareció un mensaje con la leyenda "Procesando datos, espere un momento en que se le asigna lugar y fecha a la que viajara". En ese momento pensé:
Perfecto, haber a donde me va a mandar esta chingadera. Después de unos cuantos segundos apareció el resultado "usted viajará a la Ciudad De México al año 1975"; dije esto tiene que ser una broma según esta cosa voy a viajar un año antes de mi nacimiento y lo cual para ser sincero no me entusiasma mucho. Sin embargo, de ser posible este viaje, me gustaría ver como vivía mi abuelo. Él falleció cuando yo aún era un niño y casi no lo conocí, tengo vagos recuerdos sobre su persona, sin embargo, esto no ha sido impedimento para sentir una total admiración por él.
Tontamente pensé que se abriría alguna especie de portal o algo parecido después del mensaje que apareció en mi monitor, pero como era de esperarse no sucedió nada. Después del fiasco que resulto ser esa pagina seguí navegando por más de dos horas, sin volver a pensar en la pagina de Portal estelar. Al finalizar mi sesión observe el reloj y me di cuenta que era la 1:10 de la madrugada del 26 de Junio, estaba a escasos minutos de cumplir mis 25 años, según consta mi acta de nacimiento nací a las 2 y minutos de la mañana. Como no quería comenzar mi cumpleaños desvelándome, decidí irme a acostar.
Tan pronto cerré mis párpados para dormir, me encontré en un lugar que me resultaba familiar, estaba ante una calle que presentaba viejas casonas con grandes árboles en sus aceras. Conforme caminaba, el lugar se me hacia más familiar, hasta que llegue a una casa a la que reconocí de inmediato, era la casa de mis abuelos. Fue entonces cuando me di cuenta que estaba teniendo una visión del pasado tal y como me lo había dicho la pagina de internet.
Temeroso y ansioso por lo que podría ver, me acerque a la casa de mis abuelos. La casa lucía muy bonita, tenía un patio frontal resguardado por una reja con canceles negros y un conjunto de plantas y macetas dentro de él que le daban un aspecto muy bonito. El color de la casa era un hermoso rosa que contrastaba con los colores sombríos de las demás construcciones. Sin duda, la casa estaba en su esplendor, en sus mejores épocas, dicho esplendor únicamente lo había podido observar en las fotografías que tiene mi madre y que conserva con gran nostalgia.
Me acerque a la reja de la casa para contemplarla mejor, esperando al mismo tiempo poder ver a mi abuelo. En eso, la puerta de la casa se abrió dejando entrever la silueta de un hombre, era un hombre maduro con escaso cabello, pero con una gran personalidad. Dios mío es mi abuelo, aquél hombre del que tengo tan gran admiración pero pocos recuerdos estaba ante mi. Al notar mi presencia, el hombre levanto su cabeza, dirigió su mirada hacia mi y me saludo amablemente. Me tomo algunos segundos reaccionar y poderle contestar el saludo.
-Buenas tardes señor, respondí
-Le puedo servir en algo joven, respondió mirándome a los ojos.
-No gracias señor, sólo pasaba por aquí cuando en eso vi su casa y me quede a contemplarla, usted tiene una muy bonita casa señor.
-Gracias joven es usted muy amable, si usted supiera lo que me ha costado.
Yo me encontraba asombrado, estaba conversando con mi abuelo, mi querido abuelo, al que la vida no me dejo conocer mejor, pero si admirarlo y apreciarlo.
En lo que pensaba que más podría preguntarle a mi abuelo, casi entro en estado de shock al ver salir por la misma puerta a mis padres, dicho sea de paso lucían muy jóvenes y se les veía muy enamorados.
-¿Con quién pláticas papá?- Preguntó mi joven madre.
- Con éste caballero de nombre...¿cuál es tu nombre hijo?
-eheh...este Vicente Fox señor.
-¿Fox? Ese es un apellido extranjero ¿verdad?
- Así es señor , es de origen americano.
- Mucho gusto joven Fox, déjeme presentarle a mi hija y a mi yerno.
Mi corazón palpitaba a mil por hora en ese instante, las piernas me flaqueaban temblaban sin control. Mi joven madre sin percibir mi nerviosismo me estiro su mano para saludarme, al tocarla sentí una sensación muy rara, como una serie de escalofríos que recorrían todo mi cuerpo, supongo que era por los nervios de ver a mi mamá frente a mi sin saber que yo sería su hijo.
Después mi apuesto padre hizo lo mismo, en esta ocasión sentí un cosquilleo por todo el cuerpo. Al compás de las palabras de mi papá diciéndome gusto en conocerlo, escuchaba un ruido alterno inentendible en ese momento a distancia. El ruido siguió elevándose y volviéndose mas claro, conforme que la visión de mi padre dándome la mano desvanecía para tornarse en una oscuridad total. Ese ruido que hace unos momentos no podía descifrar, era el ruido de la tele, la cual diariamente la uso como despertador. Aun con los ojos cerrados y con una pesadez provocada por el sueño, distinguí las voces de los locutores del noticiero matutino. Santo Dios, me dije a mi mismo, que sueño tan raro he tenido, todavía acostado en la cama y con los ojos cerrados.
Siempre me ha dado flojera levantarme temprano, es algo que simplemente no me gusta y máxime en mi cumpleaños. ¡Si cierto hoy es mi cumpleaños!. Poco a poco mientras pasaban los efectos del sueño y sentía el control de mi cuerpo y la lucidez de mi cerebro. Me levanté bostezando instintivamente, sintiendo al mismo tiempo una pesadez extraña en mi pecho acompañada de un sin fin de sensaciones desconocidas. Algo estaba mal, abrí mis ojos inmediatamente para darme cuenta que mi cuarto lucia distinto. Algo esta muy mal de veras, en ese instante me percate de algo imposible, ¡tenía senos!, inmediatamente me lleve mis manos para tocarlos detectando que eran sumamente sensitivos, no se que tan grandes eran, pero desde mi perspectiva parecían enormes y los sentía muy pesados. Fue entonces cuando percibí las demás sensaciones. Mi pelo estaba mas largo y lo sentía hasta los hombros.
Traía puesto un camisón y lo mas notable aparte del peso de mis senos, era la falta de mi pene que diariamente amanecía erecto. Dios mío que me ha pasado dije en voz alta escuchando una voz femenina desconocida. Me tape la boca con mi mano para callarme, solo para darme cuenta de lo delicado que
lucía ahora. Me levante de la cama aterrado de lo que me sucedía. Mis nuevos senos parecían tener vida propia , al levantarme sentí como brincaban provocándome una molestia. Al estar de pie y tratar de avanzar un paso, perdí el equilibrio y caí sobre la cama, de alguna manera el peso de mis senos me afectaba al caminar. Tenía un nuevo centro de gravedad, volví a ponerme de pie, esta vez para darme cuenta que mis caderas estaban muy anchas y descubrir la sensación de tener algo enorme atrás. Lleve mis manos sobre mi trasero para sentir lo grande que resultaba ahora y al igual que con mis senos sentir una incomodidad por su tamaño. Esta vez camine más despacio, aprendiendo a mantener el equilibrio con este nuevo cuerpo, por cada paso que hacía sentía como se movían mis pechos, provocándome una sensación molesta pero a la vez excitante. Llegue a donde estaba un espejo de cuerpo completo, si no mal recuerdo antes estaba ahí un librero, para observarme. Definitivamente era yo pero en una versión femenina, la cara seguía siendo la misma, nada más que sin la molesta barba y mas fina. Mi reflejo en el espejo no lo podía creer, estaba frente a una chica esbelta, con un buen par de tetas, cabello largo hasta el hombro, una cintura delineada, sin nada de panza y con unas bonitas piernas. Hasta ese momento no había visto mis piernas, lucían torneadas y se sentían muy suaves. Pero sin duda alguna lo que más resaltaba de mi escultural figura eran mis senos.
No me había dado cuenta que mis nuevos pezones resaltaban a través de la sedosa tela del camisón. Incline la cabeza para mirarlos al mismo tiempo que lleve mis manos para tocarlos, caramba que sensibles son. El sólo tocarlos me provoca una agradable sensación. Guuuuauu se siente asombroso, resulta tan excitante tocarse los senos que ahora puedo comprender porque a las mujeres les gusta tanto ser besadas y acariciadas ahí. Es un placer tener senos, momento en que estoy pensando si soy hombre. Este cuerpo es un peligro. Después de mi reacción a lo que estaba haciendo, sentí la sensación de ir al baño. Es curioso pero se siente igual el tener la necesidad de orinar, sólo espero que el hacerlo también se sienta igual. Entre al baño y por reflejo me pare enfrente de la taza de baño, lleve mis manos hacía donde se suponía debía estar mi pené. ¡Dios mío no tengo pito! Me entro un sentimiento de castración, sentía un espacio un hueco, me sentía incompleto.
Las necesidades de orinar aumentaron, opte por sentarme, rápidamente me baje los calzones (ahora pantaletas) y comencé a sentir como salía el orín sin dirección por mi vagina. Fue cuando apenas reaccione que tenía una vagina. Instintivamente me limpie con el papel de baño y me subí las pantaletas. Al volver a entrar a mi cuarto decidí desnudarme totalmente para conocer a fondo mi nuevo cuerpo. No lo podía creer era una mujer de pies a cabeza, llevé mis manos hacía mi vagina y con temor y nervios empecé a explorarla con mis delicadas manos. Al introducir mis dedos dentro de ella, comencé a sentir placer, seguí, seguí y seguí hasta explotar en placer. El placer era igual o hasta mejor al antes experimentado con mis senos. Debo dejar de hacer esto o me convertiré en un esclavo del placer. Sin duda el cuerpo femenino esta hecho para el placer.
Despejando mi mente del hecho anterior por fin comencé a pensar en lo sucedido. ¿Como diablos fue posible que el día de mi cumpleaños despertara hecho mujer? ¿qué había pasado? En lo que meditaba mi súbito cambio de sexo me metí a bañar como era mi costumbre. Durante el placentero baño llegue a la conclusión de que el sueño que había tenido no había sido un sueño, fue real. De alguna manera inexplicable la página de internet hizo que viajara por el tiempo, viajando al pasado y alterando mi presente. El haber tocado a mis padres afecto en algo, de alguna manera mi creación, en vez de nacer hombre nací mujer. Tengo que hacer algo si quiero regresar a mi antigua forma. Sin embargo, primero tengo que vestirme para comenzar.
Salí del baño y me dirigí al mueble donde acostumbraba guardar mi ropa interior. El mueble seguía siendo el mismo, tenía 3 cajones. En el primero guardaba mis boxers y calzones, en el segundo guardaba mis calcetines y en el tercero algunas playeras y camisetas. Abrí el primer cajón y encontré un sin fin de pantaletas, había rojas, negras, blancas, cremas e inclusive amarillas. Ni hablar supongo que tendré que usar alguna ahora. El material de la panty era muy suave, se sentía muy rico para ser sincero. Al ponérmela sentí que la parte que cubría mi vagina estaba acolchonada. Me quede pensando por un instante si necesitaría algún tipo de protección extra, era mi primer día como mujer pero no quisiera verme sorprendido por alguna menstruación o algo parecido. No me tomó mucho tiempo encontrar toallas sanitarias. Leí las instrucciones para ver como se colocaban y sin mayor dificultad las puse en su lugar. La sensación de traer el cotex en las pantaletas se me hizo muy molesta, espero acostumbrarme rápido para olvidarme de ella. Las pantaletas en mi cuerpo se vean bastante sexys.
Después abrí el segundo cajón para encontrarme en vez de calcetines con medias. Había un chingo de modelos de medias y pantimedias, una gran variedad de colores. Cuando era hombre siempre me habían excitado las medias, me volvían loco. Ahora tenía la oportunidad de usar unas, lo cual me resultaba excitante. Escogí unas pantimedias cafés, las clásicas transparentes que dan ese aspecto de bronceado que enloquecen a los hombres, o por lo menos a mí lo hacían. No tenia idea de lo difícil y complicado que resultaba ponerse una pantimedia, tuve que bajármelas y subírmelas varias veces hasta que quedaron rectas. La sensación de usar pantimedias es placentera, se siente muy rico, muy suave, la sensación de tener tus piernas cubiertas por seda es estupenda, además hace que tus piernas se vean hermosas. Caramba todavía no acabo de vestirme y ya estoy excitado. La ropa femenina es muy sexy, de seguir conservando mi pené en este momento estaría erecto. Aún excitado abrí el tercer cajón, ahí se encontraban brasieres y otras prendas similares, no conozco su nombre pero son de una sola pieza.
Agarre el primer sostén que encontré, por curiosidad mira la talla que era ¡era talla 36D! Recuerdo que la de mi novia era 34 C y ya la consideraba pechugona. Ni hablar soy más chichona que ella. Con el brasiere también batalle para ponérmelo, no podía abrochar los seguros de atrás. Tan pronto pude, sentí como mis senos se ajustaban a el, descubrí que para una mujer tetona como lo era yo ahora, servían de maravilla, ya que controlaban ese molesto tambaleo al caminar y además evitaban que los pezones resaltaran a parte de cubrirlos para disminuir su excesiva sensibilidad. Sin embargo, los tirantes resultan muy molestos pero nada a lo que uno no se pueda acostumbrar. Apenas llevaba unos minutos como mujer y ya comenzaba a gustarme.
Una vez completada la ropa interior, venia la decisión más difícil ¿el cómo vestirme? ¿qué me pongo? Además, era lunes y tenía que ir a trabajar. ¿Pero a donde? ¿Seguiría trabajando en la misma empresa que cuando era hombre ó por ser mujer esto cambiaría?
Abrí el closet en donde regularmente guardaba mis camisas y pantalones, para encontrar ahora un sin número de blusas, faldas, vestidos y zapatos. Después de hecharle un ojo a mi nueva ropa, encontré un traje sastre (saco y falda) que llamo mi atención. Cuando era hombre algo que me agradaba de las mujeres era el que usaran faldas y lucieran sus piernas.
El colocarme la falda no fue difícil y menos con mi nueva figura, enseguida me puse una blusa que combinara con el conjunto y me coloque el saco. Por último escogí los zapatos, para mi mala fortuna todos eran de tacón alto, no existía un solo tacón de menos de 4cm., por lo que no tuve opción y me los probé.
Al mirarme otra vez al espejo, no podía desviar la mirada de mis piernas, se veían tan sexys en esas pantimedias y en esa falda que no podía creer que fueran mías, parecían piernas de modelo sacadas de anuncio de alguna compañía de pantimedias. Después de observar mis piernas por un rato mas, trate de caminar, dando pasos pequeños, si de por si con mi nuevo centro de gravedad ya era complicado mantener el equilibrio, ahora con tacones resultaba mucho más difícil. Mire el reloj y vi que marcaba las 8:45 a.m., tenia que apurarme si quería llegar a tiempo al trabajo. Me acerque a mi nuevo tocador para agarrar la bolsa de mano que se encontraba en su superficie, la abrí y la vacíe sobre la cama. De la bolsa salieron cosméticos, artículos femeninos desconocidos por mi hasta el momento, un cepillo y una cartera. Rápidamente abrí la cartera para buscar credenciales o cualquier otro documento que me dijera algo sobre mi nueva identidad. Según mi identificación mi nombre era Raquel, tenía la misma edad (25 años recién cumplidos). Después encontré mi gafete de trabajo, trabajaba en la misma empresa y en el mismo puesto (soy administrador de empresas, bueno ahora administradora). Aparentemente todo seguía igual, mi fecha de nacimiento era la misma, mi trabajo era el mismo y la casa donde vivía también, sólo había cambiado mi sexo. ¿pero por qué? ¿Qué hice yo en mi sueño o en mi viaje al pasado, para que hoy despertara hecho mujer? Es algo que no podía contestar en ese momento, pero que tenía que averiguarlo para regresar a mi vida.
Sabiendo que las cosas no habían cambiado tanto, decidí que era hora de desayunar algo rápido para después irme a trabajar. Afortunadamente no había nadie en la casa, mis papas salen a trabajar una hora más temprano que yo y mis 3 hermanos (que no se si sigan siéndolo, tal vez ellos también se hayan vuelto niñas) entran a la escuela a las 7:00 a.m. Por lo que no tendría que lidiar con ellos hasta la hora de la comida, situación que me resultaba favorable, ya que no se que tanto vayan a cambiar las cosas ahora que soy una chica.
No podía caminar gracias a la falda y a los zapatos, la falda te impide dar largos pasos, no se puede correr con una falda puesta, tienes que dar pasos pequeños para poder caminar. Además con estos malditos tacones la situación se vuelve más difícil, cada que doy un paso mi pie se va de lado, esta muy cabrón mantener el equilibrio apoyando tus talones en tacones altos y delgados y caminando con las puntas de tus pies.
Pensé que se me haría más fácil caminar si miraba hacia abajo para ver donde pisaba. Así que voltee mi cabeza hacia abajo para verme los pies y vaya sorpresa... lo único que podía ver eran un par de grandes senos. Mi busto me impedía ver la punta de mis pies, de momento maldije mi situación, son un estorbo, dije. No me dejan ver nada, sin embargo, no fue hasta ese entonces que note que la blusa que escogí tenía un escote muy grande. Mi perspectiva resultaba envidiable para cualquier hombre, a lo largo de mi vida había visto muchos escotes, pero nada se comparaba con lo que miraba ahora, veía dos senos inmensos, bien formados, redondos y firmes. ¿No es fabuloso que si tienes ganas de ver senos, sólo tengas que mirar hacia abajo? No tenía idea de la espléndida vista que tienes desde esta perspectiva. Es como cuando te subes a la torre Latino y desde ahí puedes ver toda la ciudad desde arriba. Inmediatamente lleve mis manos hacia ellos y empecé a tocarlos, a frotarlos, a jugar con ellos, ¡guuuuauuuu! Que exquisita sensación, no podía parar, sentí como mis pezones se pusieron duros, la sensación es como cuando se te para el pene, pero doble, es como si tus pezones fueran dos penes. Podría hacer esto toda la vida, era una victima del placer, fue en ese momento cuando tuve mi primer orgasmo femenino, casi me desmayo, ¿qué será cuando tenga varios orgasmos al mismo tiempo? Tendré que averiguarlo!
Después de calmarme un poco seguí con mi paso hacia la cocina, baje las escaleras como pude, no sin evitar el molesto sangoloteo de mis pechos, se siente como si trajeras dos bolsas de agua pegadas a tu pecho y que se mueven para todos lados con cada paso que das. Ya en la cocina comí un poco de cereal con leche descremada, agarre mi bolsa que había dejado hace unos momentos en la mesa y me subí a mi coche (que seguía siendo el mismo un jetta negro último modelo, el cual estaba pagando a plazos fijos). Como te imaginaras el subirte al carro con falda es otra dificultad mas de ser mujer. Afortunadamente mi carro es automático porque de no ser así, no se como le haría para manejar con tacones. Algo que también es muy sexi es verte las piernas, cuando era hombre disfrutaba mucho verles las piernas a las mujeres cuando manejan. El cinturón de seguridad tuve que acomodármelo en medio de los senos, para que no me apretara, estoy empezando a darme cuenta que eso de tener grandes tetas es muy incómodo. Ya con el cinturón abrochado, arranque el auto para dirigirme hacia mi trabajo y comenzar mi aventura laboral, que para ser sincero no estaba preparado a afrontar, por lo menos no como mujer y menos conociendo como son todos mis compañeros, una bola de cabrones y culeros, no cabe duda que yo seria carne de cañon en la oficina. ¡Dios mío ¿por qué me volví mujer?!
Llegue al trabajo a las 10:00 am, me estacione en el lugar de costumbre y me dirigí a la puerta de entrada de la empresa, hasta este momento todo era igual a la última vez que entre al trabajo. Sin embargo, el constante taconeo de mis zapatos al dar cada paso, me recordaba mi condición actual.
Mi oficina se encuentra en el tercer piso o al menos ahí estaba la última vez., normalmente tomo las escaleras para hacer algo de ejercicio, pero como hoy traigo tacones de más de 4 cm no tomare el riesgo de dar un mal paso y caerme, si de por si apenas puedo caminar con estas cosas, imagínate si trato de subir las escaleras. Por lo tanto camine hacía el elevador. Rabia 4 personas esperando el ascensor 3 hombres y una mujer que sólo conocía de vista. El maldito elevador no bajaba, la espera era larga y yo estaba desesperado y a la vez nervioso de estar a unos momentos de ver a un conocido por primera vez siendo yo mujer. Dirigí mi vista hacia el tablero del elevador y vi que por fin estaba en el segundo piso, al bajar la vista, me di cuenta que uno de los hombres que estaban a mi alrededor no me quitaba la mirada de mi pecho, mientras otro hacia lo mismo con mis piernas. Creo que aquí tuve mi primera reacción femenina, al igual que como hacen muchas otras mujeres agarre las orillas de mi saco para cubrirme los senos de las miradas incesantes de ese cabron. Al abrirse las puertas del elevador los tres hombres nos cedieron el paso a las dos mujeres. Por costumbre yo también cedí el paso a la otra mujer, para verle el trasero como acostumbro normalmente (eso de que uno otorga el paso a las damas por caballerosidad es puro cuento, nada mas lo hacemos por mirarles el culo) Dios mio, eso significa que estos cabrones están haciendo lo mismo conmigo y ya están juzgando el tamaño de mis nalgas.
Mientras el elevador hacia su recorrido a través de los pisos, sentía las miradas por todas partes, la otra chica me miraba con envidia, mientras que los otros con lujuria. Por fin llego el elevador al tercer piso, Al salir escuche que alguien dijo “que tenga buen día “”señorita””. No fue hasta que se cerraron las puertas del elevador, que me di cuenta que me lo habían dicho a mi! Me habían dicho “señorita”, no puede ser, eso no esta bien, no puede ser cierto, no puede ser verdad, soy una señorita. Noooooo, pero por que yo?, que hice para merecerme este castigo?, maldita sea tan feliz que era yo siendo hombre.
Al caminar hacia mi oficina por el pasillo mis piernas temblaban, al mismo tiempo que mi nerviosismo aumentaba, era como cuando ibas a la escuela en tu primer dia de clases, tenia la sensación de tener mariposas revoloteando en mi estomago. Por fin me encontre con una cara conocida era la secretaria de mi amigo Juan, normalmente la saludaría y le diría que guapa esta, pero hoy seria distinto. ---
nunca hubo una continuación? me encanta esta historia
ResponderBorrarNo se si huno continuación, es una historia que tiene 12 años y no se si la publicaron el algun otro lado, pero si esta buena
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