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domingo, 30 de noviembre de 2025

Una historia de Ben 10 Parte 3

 


Youtube ya no me deja subir videos y quizá es por que me cancelaron mi cuenta hace varios años, pero intentemos otra cosa


Ben Tennyson hace algunos años que tiene en su Omnitrix una anodita y puede tomar la forma de su prima. Lo cual ha hecho muy seguido sin que ella se entere. Esta vez Gwen y Kevin se han ido de vacaciones por una semana y Ben le ha confesado a su novia Julie que tiene ese poder.

¿Qué pasara ahora?






jueves, 27 de noviembre de 2025

Una Historia de Ben 10 parte 2

Youtube ya no me deja subir videos, seguro es por que me suspendieron la cuenta hace varios años


Ben Tennyson hace algunos años que tiene en su Omnitrix una anodita y puede tomar la forma de su prima. Lo cual ha hecho muy seguido sin que ella se entere. 
Kevin Levin lo descubrió un día cuando lo confundió con su novia. Desde entonces hacen juegos de Rol donde Ben se hace pasar por Gwen 

martes, 25 de noviembre de 2025

Una historia de Ben 10

 


Ben Tennyson hace algunos años que tiene en su Omnitrix una anodita y puede tomar la forma de su prima. Lo cual ha hecho muy seguido sin que ella se entere. 
Kevin Levin lo descubrió un día cuando lo confundió con su novia. Desde entonces hacen juegos de Rol donde Ben se hace pasar por Gwen 



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jueves, 20 de noviembre de 2025

🎭 El Mapa del Merodeador y la Máscara de Hermione

 




🎭 El Mapa del Merodeador y la Máscara de Hermione


Ese trimestre, Draco Malfoy se había propuesto un problema práctico: descubrir cómo hacía Potter para desaparecer de la torre por las noches y qué tenía que ver ese pergamino viejo y desgastado en todo el asunto. La Poción Multijugos no servía; duraba muy poco para varios días de observación silenciosa y dejaba demasiadas huellas. Necesitaba un disfraz más estable.

En el Callejón Diagon, encontró un artesano de esos que nunca preguntan nombres: mitad aritúmante, mitad maquillador teatral. El hombre le entregó un kit diseñado a partir de un retrato: una prótesis facial de silicona calcada a los rasgos de Hermione Granger, con los bordes tan finos que se difuminaban; un pequeño encantamiento para modificar el timbre de voz; y una peluca con frente de encaje cuya raya parecía cuero cabelludo incluso bajo la luz intensa de una lámpara. También venían las instrucciones: cómo preparar la piel, cómo asentar el puente de la nariz, cómo quitarlo todo sin rasgar.

Draco se transformó en un aula vacía del cuarto piso, donde el polvo amortiguaba cada sonido. Recogió su propio cabello en la forma más plana posible y lo fijó con un encantamiento ligador tan fuerte que sentía como si el aire mismo se hubiera ordenado. Un hisopo de alcohol quitó el brillo de su piel. Aplicó adhesivo en las sienes, a lo largo de la línea de las cejas, las bisagras de la mandíbula, y el caballete de la nariz. La prótesis era fría y flexible en sus manos; la colocó primero sobre el puente —siempre el ancla—, luego la estiró hacia los pómulos y las orejas, alisando las diminutas burbujas de aire con las yemas de sus pulgares. La costura en los párpados se asentó con una presión suave. Un respiro, otra pasada con polvo traslúcido, y la superficie parecía piel, no maquillaje.

Probó las expresiones. Cejas arriba: la frente se movió con él. Nariz arrugada: el material se flexionó y regresó. Mordió el interior del labio: no hubo deslizamiento, ni borde delator. El encantamiento de voz transformó sus palabras en un tono brillante y preciso, un poco más enérgico que el suyo propio. La peluca fue lo último, con el encaje frontal aterrizando a un dedo de distancia detrás de la frente; alfileres en las sienes, un toque de adhesivo en la línea del cabello, y luego una práctica caída de rizos que sombreaba la ceja. Jaló un mechón hacia adelante y sintió un escalofrío extraño: el telón había caído; la audiencia lo creería.

La ropa consolidó la ilusión. Unas medias dibujaban una línea fría subiendo por sus pantorrillas; una camisa almidonada y la corbata a rayas descansaban bajo un cárdigan de lana que exigía una postura mejor de la que solía molestarse en mantener. El dobladillo de la falda rozaba sus rodillas de una manera que le hacía caminar diferente sin pensarlo. La túnica de la escuela cayó sobre todo como un sello.

En el retrato de la Dama Gorda, dio la contraseña que había oído de unos de primer año. La Dama Gorda dejó que sus ojos viajaran desde el cabello hasta la corbata y los zapatos, y luego se abrió con un satisfecho carraspeo. La sala común era toda felpa roja y resplandor de chimenea, oliendo vagamente a pergamino y corazones de manzana. Draco —Hermione— dijo "buenos días" y cinco personas respondieron a la vez. Se sentó entre Potter y Weasley, corrigió el “Wingardium Leviosa” de un primer año y apiló con prontitud las notas de alguien en un montón ordenado. Nunca se acercó a la mochila de Potter; Hermione no lo haría. Simplemente observó la forma en que Potter la manejaba, cómo la mano se demoraba un latido en la solapa superior, donde un hilo protector brillaba si la luz lo alcanzaba.

Se quedó hasta tarde dos noches “para terminar Aritmancia”, durmiendo en un sillón con un libro abierto sobre su pecho. El papel se asentó. Para su sorpresa, le resultaba casi cómodo ser Hermione: el orden llegaba con facilidad a sus manos, y la gente obedecía el tono sin resentimiento. Y aún así, cada vez que Weasley le daba una palmada en el hombro, algo tenso y frío le golpeaba bajo las costillas: el recordatorio de que era Malfoy con modales prestados.

El desenmascaramiento llegó en la tercera mañana, y se sintió, después, inevitable. Potter entró temprano con el olor de la biblioteca todavía en su túnica. Vio a Hermione junto a la ventana y se detuvo en seco, como si hubiera llegado a una línea invisible en el suelo. Luego la cruzó. Se acercó demasiado para cualquier conversación educada, y Draco, que se había prometido a sí mismo que no se inmutaría, echó su peso hacia atrás una pulgada. El movimiento fue pequeño, pero fue suyo.

—Quieto —dijo Potter. Su mano se alzó hacia la línea de su cabello.

—No... —comenzó Draco, pero los dedos ya estaban sobre el encaje. El adhesivo se mantuvo, luego cedió con un susurro. La peluca se levantó (como se ve en la imagen). El verdadero cabello blanco brilló en las sienes como un fragmento de hielo. Potter no se molestó en parecer complacido. Su otra mano se cerró sobre su —suya— nariz.

La prótesis cedió. Hubo un ligero crujido, un suave tirón, el adhesivo calentándose bajo el calor de la piel. Apartó el falso rostro lateralmente y hacia abajo; la mejilla se liberó, el ojo se abrió, la propia mirada furiosa de Draco se abrió paso. Otro tirón firme y la boca que no era de Hermione quedó libre. La prótesis yacía en la palma de Potter, flácida y extraordinaria, y Draco se quedó expuesto, respirando con dificultad y furioso.

—Maldito Potter —dijo, porque la rabia llega más rápido que la dignidad.

Potter no reaccionó. —De todos modos, no habrías llegado muy lejos —replicó con voz firme—. El Mapa mostró tu nombre en nuestra sala común en el momento en que entraste por el retrato... hace tres días.

Draco parpadeó. Había asumido que el pergamino rastreaba pasos o apariciones, no la identidad. El error dolió más agudamente de lo que lo haría el disolvente después.

—Vi tu punto dar vueltas alrededor de la chimenea, quedarte dormido en esa silla, buscar libros que nunca tocarías —continuó Potter, más bajo ahora—. Solo quité la peluca para que el resto de ellos tuvieran algo que entender. —Miró los rizos en su puño, luego la máscara, y cerró la mano alrededor de ambos—. El Mapa se queda como nuestro secreto.

Caminaron hacia la oficina de la profesora McGonagall sin aspavientos. Potter no sacó su varita. Draco enderezó los hombros y mantuvo el ritmo, reuniendo lo que le quedaba de orgullo. La entrevista fue breve y formal: entrada ilegal, identidad falsa, treinta puntos para Slytherin, una advertencia sobre las consecuencias y una nota de que los artículos serían devueltos a través de los canales adecuados “y no deben usarse en los terrenos de la escuela”.

De vuelta en la sala común, Potter relajó su agarre sobre el día. Revisó que los hechizos protectores de su mochila no hubieran sido perturbados y, por un instante, desplegó el Mapa del Merodeador. La torre floreció en delgadas líneas de tinta; los nombres se deslizaban por los pasillos en sus quehaceres cotidianos. Ahora no había ningún "Draco Malfoy" cerca de Gryffindor. Tocó el pergamino con su varita.

—Travesura realizada.

La tinta se escurrió. La chimenea crepitó amistosamente. Al atardecer, la escuela había acordado —en tantas versiones como contadores había— que alguien había entrado pareciendo Hermione y salido pareciendo un problema. Potter no corrigió a nadie. Archivó una conclusión donde guardaba el resto de su conocimiento útil: había gente en Slytherin que prefería el ingenio al trabajo burdo con pociones, y Draco Malfoy era uno de ellos. La próxima vez, si es que había una próxima vez, Draco no comenzaría con una peluca o una cara, sino con la comprensión de la herramienta que había subestimado.


jueves, 13 de noviembre de 2025

Una Historia de Ben 10 - El Hechizo Olvidado: El Intercambio Sutil Parte 1/2

Gwen, con su libro de hechizos abierto, miró a su primo, tratando de captar su atención. "¿Te acuerdas de esa vez, cuando cambiamos de cuerpo?" Ben asintió a regañadientes, molesto de que su prima siempre volviera a ese tema.

Ben recordó brevemente la caótica experiencia del intercambio, su imagen borrosa dentro de una burbuja de magia rosa. "Algo así..." murmuró, deseando que Gwen lo dejara en paz.


Gwen se puso firme. "Creé un hechizo nuevo para prevenir que eso vuelva a suceder." Le mostró el libro, con una gran señal de prohibido sobre el recuerdo del intercambio. El hechizo prometía blindar sus esencias.
Ambos se prepararon en la habitación para realizar el conjuro, Gwen tomando la delantera y Ben siguiéndola sin mucho entusiasmo.
Gwen se movió a una habitación de aspecto más antiguo, con estantes y algunos objetos asiáticos. Se giró hacia Ben, lista para empezar.
Gwen, con su concentración total, invocó dos esferas de energía mágica color rosa, preparándose para lanzarlas sobre ellos. Ben la miró desde abajo, impaciente.
Justo en ese momento crítico, el comunicador de Ben vibró. La repentina distracción hizo que Gwen se desconcentrara, y las esferas mágicas se descontrolaron ligeramente. En lugar de blindar sus cuerpos, la magia fallida inició un proceso de transposición sutil de sus identidades.
Ben tomó su celular, mirando un mensaje que parecía ser una invitación a un karaoke. Gwen, molesta, detuvo el hechizo al darse cuenta de que la magia había tomado un camino incorrecto. Ben seguía sin darse cuenta de lo que realmente acababa de suceder.
Gwen sintió que la energía se dispersaba y se enfureció consigo misma. La misión de ir a un karaoke, que ahora parecía más importante para Ben, sería un buen lugar para distraerse.

Ben miró su celular con una expresión de desconcierto. De pronto, le llegó un mensaje de una chica (imagen en el círculo) que no recordaba haber agregado a sus contactos. Su mente se sentía confusa, como si de pronto le importaran cosas que antes no le interesaban
Gwen, sosteniendo las esferas mágicas por última vez, sintió la verdad. "¡Espera, algo anda mal!" exclamó, con los ojos bien abiertos. La energía del hechizo no se había disipado, sino que se había integrado. Ella sentía un ligero cosquilleo, y un pensamiento impulsivo y muy Ben Tennyson cruzó su mente.
Gwen se acercó a Ben, examinándolo mientras él se tocaba la cabeza. Ella notó que su rostro se veía diferente, más suave y con unos pómulos ligeramente más pronunciados, como si se estuviera fusionando con sus propios rasgos. Ben, por su parte, sentía el impulso de hacer una broma infantil, un pensamiento que usualmente sería de él, pero que ahora sentía que venía de otro lado.
El ambiente se tiñó con un aura mágica púrpura, reflejando el caos de la transposición en sus cuerpos. El intercambio sutil continuaba. Gwen sentía cómo su cabeza se hacía más redonda y sus facciones se volvían más masculinas, mientras la cabeza de Ben tomaba la forma de Gwen. La psique se mezclaba en un shock silencioso.
El shock mental y la carga mágica del hechizo fallido fueron demasiado fuertes. Ben (cabeza y psique de Ben) se desplomó sobre el sillón, sintiendo un intenso dolor en todo su cuerpo. Gwen (cabeza y psique de Gwen) cayó al suelo, cubriéndose la cabeza, sintiendo el mismo malestar físico y la alteración de su aura mágica. La transposición de cuerpos había comenzado silenciosamente.




Ben, agotado, se reincorporó en el sillón. Ahora sentía su cuerpo distinto. Se tocaba el cuello, la nuca y el cabello: era largo, sedoso y rojo. Se había convertido en Gwen. Pero al mirarse el reloj, era el Omnitrix. Su cuerpo era el de Gwen, pero vestía la ropa de Ben y tenía su propio Omnitrix.
Ben (ahora en el cuerpo de Gwen, con su propia psique) se quedó sentado, asimilando la transformación. Era ella. Su contextura, sus manos, incluso la forma en que el cabello le caía por los hombros. Todo era Gwen, excepto que la voz en su cabeza, la frustración y el amor por los smoothies era inconfundiblemente de Ben.
Gwen, que se había transformado en Ben, se levantó del suelo. Vistiendo su propia ropa de falda y medias, pero en el cuerpo masculino y la sudadera de Ben. "Ben... ¿por qué estás usando mi ropa?" preguntó, con su voz femenina, pero ahora resonando extrañamente en el cuerpo de Ben. Ben (en el cuerpo de Gwen) la miró con sorpresa.
Ben (en el cuerpo de Gwen) se levantó con cautela, sintiendo la extrañeza de su nueva altura y el peso de su cabello. Respondió, con la voz de Ben: "Bueno... mejor mírate tú."
Gwen (cuerpo de Ben) miró su nueva perspectiva desde arriba: pantalones de mezclilla, tenis y el inconfundible cuerpo masculino de Ben. Con su propia cabeza, miró hacia abajo, hacia la blusa de su uniforme que ahora cubría el pecho de Ben. Preguntó, con la voz de Gwen: "¿Tengo el tuyo?"
Ben (cuerpo de Gwen) se llevó la mano a la sien, tratando de procesar el desastre. Respondió con su voz masculina: "Creo que tienes más que eso..."
Gwen (cuerpo de Ben) enfocó su mirada en su pecho, que ahora era completamente plano y musculoso. "Espera..."
Gwen, aún en el cuerpo de Ben, se palpó la zona de la falda. Sintió los músculos tensos y una sensación de pesadez que nunca había experimentado
Ben (cuerpo de Gwen) llevó sus manos a su propio pecho, notando la ligereza y la suavidad. Susurró, con su voz de chico: "...¿¡¿Boobs?!?!" El shock de tener el cuerpo femenino era un golpe directo a su personalidad.
Ambos se quedaron de pie, uno frente al otro, en la habitación desordenada. Ben (cuerpo de Gwen) se tocaba la cabeza con incredulidad. Gwen (cuerpo de Ben) se cubría el pecho, con una expresión de pánico. El terror era claro: el hechizo no había protegido sus cuerpos, ¡los había intercambiado!


Gwen (cuerpo de Ben) se irguió, mirándose sus nuevas manos masculinas con horror. Ben (cuerpo de Gwen) se quedó pasmado. Ambos se miraron.

Ben, con su voz de chico resonando en el cuerpo de Gwen, preguntó: "¿Qué pasó?" Gwen, con su voz de chica saliendo del cuerpo de Ben, respondió: "Bueno..." y luego se corrigió: "¡Espera, Julie!" Al ver su propio rostro reflejado en el cuerpo de Ben, por un instante, se asustó de su nuevo aspecto. La confusión mental se mezclaba con la física.

 

Gwen (cuerpo de Ben) se agachó para recoger el celular de Ben que había caído, sintiéndose incómoda con la pesadez de sus nuevos músculos. Ben (cuerpo de Gwen) la miró, aún procesando el desastre. Gwen se concentró en la pantalla.
"Espera, esto es importante." dijo Gwen, con una nota de urgencia en su voz.

El celular sonó. Era Julie. Ben (cuerpo de Gwen) se apresuró a contestar, sintiendo la urgencia de su vida masculina.

Ben (cuerpo de Gwen) contestó: "¿Aló?" Su voz masculina sonó, pero extrañamente aguda y suave, como si el cuerpo de Gwen no pudiera amplificarla correctamente.

La voz de Julie se escuchó: "¿Julie? Oh, hola Gwen, ¿puedes pasarme a tu primo?" La psique de Julie había escuchado la voz de Ben saliendo del cuerpo de Gwen, ¡y asumió que era Gwen! Ben se quedó pasmado. La confusión era total.

Gwen (cuerpo de Ben) reaccionó de inmediato a la confusión de la voz. Rápidamente le arrebató el celular a Ben. "¿Qué quieres decir? Déjame hablar con ella." Ahora, la voz de Gwen, sonando grave por el cuerpo de Ben, se dirigiría a Julie.
Gwen (cuerpo de Ben) habló con la voz de Gwen, pero usando el tono de Ben para simular ser él, el cuerpo le ayudó a sonar más masculino de lo que esperaba. "Hola, Julie." Julie contestó: "¿Está todo bien, Ben?" Gwen suspiró: "Sí... pero ¿podemos hablar más tarde?" Julie aceptó: "Claro, solo no llegues tarde." El mundo exterior solo veía a Ben y Gwen, y no notaba el caos interno.

Después de colgar, Ben (cuerpo de Gwen) confrontó a su prima, la frustración creciendo en él.

Ben: "Creo que esta vez solo intercambiamos nuestras cabezas... y vidas. Pero no quiero ser tú, sin ofensa." La idea de tener que lidiar con los compromisos y el cuerpo de Gwen era su peor pesadilla.

Gwen (cuerpo de Ben) se mostró resuelta, retomando su rol de solucionadora. "No te preocupes. Solo necesito lanzar el hechizo de nuevo," dijo, buscando en los fragmentos de memoria mágica del grimorio.
Ben sintió un destello de esperanza, sonriendo a pesar de la situación. "Y estaremos como si nada hubiera pasado..."
Gwen (cuerpo de Ben) le explicó a Ben (cuerpo de Gwen) los pasos para preparar la magia de corrección. Tenían que actuar rápido antes de que los cambios se volvieran permanentes.
Pero la realidad los golpeó más duro. Ben (cuerpo de Gwen) miró su muñeca. "Ben... creo que perdí mis poderes." El Omnitrix había desaparecido de su piel. Gwen (cuerpo de Ben) intentó invocar un poco de energía, y sintió el poder mágico sofocado por la biología de Ben. "¿Eso quiere decir que...?" El cuerpo estaba rechazando las habilidades del otro, dejándolos vulnerables.
Gwen (cuerpo de Ben) se llevó las manos a la barriga musculosa de su primo, sintiendo la extrañeza de su nueva forma. La mente de Gwen, la genio de la magia, estaba en crisis. "Estamos... atorados..."
Ben (cuerpo de Gwen) repitió la palabra, su voz ahora con el tono más agudo y femenino de su prima: "¿Atascados?"
Esto era peor que cualquier villano.
Gwen (cuerpo de Ben) intentó buscar una solución: "Supongo que tú tienes mis poderes, así que o relanzas el hechizo..." Ben (cuerpo de Gwen) interrumpió, la frustración inundándolo: "¡Pero no sé nada de magia!" Gwen continuó: "...o puedo hacer un ritual de inversión."
Ben (cuerpo de Gwen) preguntó: "¿Tardará mucho en estar listo?" Gwen (cuerpo de Ben) respondió: "En realidad no, tres días como máximo." Ben se preocupó: "¿Y luego? ¡Ya no tienes magia!" Gwen le sugirió: "No te preocupes. Puedes hacerlo. No será difícil, solo tienes que 'encender' el ritual, no debe ser tan diferente a algunos de tus alienígenas."
Gwen (cuerpo de Ben) lo tranquilizó, poniendo una mano en el hombro de Ben (cuerpo de Gwen). "Solo necesito materiales para cambiarnos de vuelta." Ben se sintió aliviado: "Gracias a Dios."
Ben (cuerpo de Gwen) se animó: "Supongo que tres días no son tan malos, ¿qué es lo peor que podría pasar?" Gwen (cuerpo de Ben) respondió: "Ese es el espíritu, Ben. ¿O debería decir Gwen?" Ben se rio, todavía incómodo: "Jaja, eres tan graciosa... Ben."
Justo en ese momento, el celular de Gwen sonó. Ben (cuerpo de Gwen), sabiendo que ahora debía sonar y actuar como ella, lo tomó y contestó.
Ben (cuerpo de Gwen) acercó el teléfono. Al decir "Hola", su propia voz de chico ya no salió; en su lugar, escuchó su voz con el tono melódico y femenino de Gwen. Era Kevin. Ben, con la voz de Gwen, habló, y Kevin asumió que estaba hablando con su novia.
Kevin le estaba recordando la cita. Ben (cuerpo de Gwen) preguntó, usando la voz de Gwen: "¿Carros?". Ben estaba confundido; ¡no recordaba que Gwen hubiera aceptado ir a una exhibición de autos!

Ben (cuerpo de Gwen), al confirmar los planes, se sorprendió del cambio de planes de su prima. "¿Ella lo hizo?... ¿Yo lo hice?". Ben (en el cuerpo de Gwen) tenía que ir a la cita con Kevin, mientras que Gwen (en el cuerpo de Ben) tenía que ir a su cita con Julie. ¡El intercambio de cuerpos venía con un intercambio de vida amorosa!
Gwen (cuerpo de Ben) estaba asombrada. "Una cita? ¿En serio?".
Gwen (cuerpo de Ben) se acercó a su primo con los ojos llenos de súplica, sosteniendo la sudadera de Ben. "Ben, por favor, tienes que ir tú...". Ella temía que Ben, con su personalidad, arruinara su relación con Kevin.
Ben (cuerpo de Gwen), fastidiado, se cruzó de brazos. "Solo si haces algo por mí..." Después de negociar, Ben aceptó ir a la cita de Kevin para que Gwen pudiera ir a la de Julie y, al mismo tiempo, recolectar los materiales necesarios para el hechizo de reversión.

Ben (cuerpo de Gwen) caminaba por un área comercial. Se sentía completamente incómodo y expuesto en el atuendo formal de Gwen, el cuerpo se movía de una forma extraña para él.
Desde las escaleras, Ben (cuerpo de Gwen) vio a Kevin esperando. Ben se consoló a sí mismo. "No es una cita. Solo dos amigos pasando el rato.".
Ben (cuerpo de Gwen) suspiró mientras bajaba. 'Y yo tengo que fingir ser su novia.' pensó Ben.
Mientras se acercaba, Ben intentó convencerse a sí mismo con más firmeza. "¡No, no es una cita!". Solo tenía que sobrevivir tres días.
Kevin, ajeno a todo, estaba sentado tranquilamente en un banco del patio.
Ben (cuerpo de Gwen) se acercó a Kevin, forzando una sonrisa que se sintió extraña en el rostro de su prima. Kevin se levantó con una sonrisa. Para Kevin, quien se acercaba era su novia, Gwen, sin la más mínima sospecha.
Apenas se encuentran, Kevin se acerca con una gran sonrisa y el afecto de un novio, saludando: "Gwen, ¡estoy tan feliz de verte!" Ben, en el cuerpo de su prima, reacciona con un pánico visceral, levantando el brazo para detenerlo abruptamente. "¡Para justo ahí!", ordena, negándose al contacto.
Desesperado por evitar la cercanía y la cita, Ben se toca la frente y miente. "¿Estoy enferma? Sí, lo estoy", afirma, intentando vender la imagen de un resfriado (reforzada por el ícono de fiebre flotando sobre él). Kevin se muestra confundido por el rechazo y solo atina a preguntar: "¿Pero por qué?"
Kevin ignora la excusa de la enfermedad y se acerca, extendiendo su mano con la familiaridad de siempre. Ben retrocede, la incomodidad palpable en su voz al preguntar: "¿Qué estás haciendo? ¿Kevin?" Kevin, ajeno al drama interno, le recuerda: "¿Qué? Esto es lo que siempre hacemos."
Ben se da cuenta de que no puede seguir protestando sin arruinar el engaño. Kevin, aún extrañado por su comportamiento, pregunta: "¿Dijiste algo?" Ben, resignado, responde: "No, nada." Kevin se da por satisfecho, indicándole: "Okay bueno, vámonos."
Kevin toma la mano de Ben. Atrapado en el cuerpo de Gwen, Ben mira al suelo, avergonzado y abrumado por la necesidad de sostener la mano de su, ahora forzosamente, novio. La fachada debe continuar.
Mientras caminan, tomados de la mano, la dura realidad de la situación golpea a Ben. A pesar de los juegos de palabras y las excusas, solo hay una conclusión lógica: "Esto es una cita, ¿no es así?...", se pregunta con horror en su burbuja de pensamiento.
La escena final muestra a la pareja alejándose por la plaza "Sunshine Bazaar", con la apariencia de dos jóvenes disfrutando de un paseo romántico de la mano. Ben está ahora firmemente atrapado en la vida social y romántica de su prima.


Tras llegar a la sala de karaoke privada, Gwen actuando como Ben y Julie se sientan en el largo sofá naranja de la sala. Al principio, el ambiente es de juego. Julie (vestida de rosa) se divierte con un gesto alegre, mientras Gwen hace un signo de paz, sintiendo que la situación es, de momento, una simple salida de amigos.
El ambiente lúdico se disipa abruptamente. Julie se pone seria, mirando hacia el regazo de Gwen con timidez. "Ben, estaba pensando en lo que dijiste", comienza, y luego la mira con una expresión resuelta. "Y creo que estoy lista." Sentada en el cuerpo de Ben, Gwen se obliga a reprimir su creciente pánico con el pensamiento: "Esto es bastante divertido."
Gwen, alarmada por el cambio de tono y la palabra "lista", pregunta con una sonrisa forzada: "¿Lista?" Julie confirma: "Sí, lo estoy." El pánico se apodera de Gwen, quien se pregunta en su mente: "¿Para qué?"
Julie toma la iniciativa y acerca su rostro, poniendo su mano en el hombro de su "novio". Gwen, dándose cuenta de las intenciones de la cita en la sala privada, intenta alejarse del contacto. "¡Espera, no voy a hacer esto!", piensa Gwen con desesperación. Julie, con una sonrisa cariñosa, le da la respuesta que confirma sus temores: "Por eso vinimos aquí."
La tensión se intensifica. Julie se abalanza sobre el cuerpo de Ben (Gwen), inclinándose sobre el sofá. Gwen extiende la mano para detenerla, su rostro mostrando una clara súplica mientras tartamudea: "Espera Julie, ¿podemos...?"
Julie ignora la protesta y se sienta directamente sobre el regazo del cuerpo de Ben. Gwen, completamente abrumada y sin palabras, solo puede emitir un sonido de shock y protesta: "¡Aaaalk~" Su rostro está sonrojado y sus ojos cerrados por la incomodidad de estar físicamente atrapada por la novia de su primo.
La resistencia de Gwen se desmoronó. En el cuerpo de su primo, estaba atrapada bajo el peso de Julie en el sofá del karaoke. El beso inicial escaló rápidamente. El pánico se convirtió en resignación: tenía que ceder para evitar que Julie descubriera el intercambio y pusiera en riesgo el hechizo. Sus ojos, cerrados por la vergüenza, aceptaron el destino. Estaba obligada a permitir la intimidad física.








Mientras Julie continuaba su avance, Gwen, en el cuerpo de su primo, sintió que la moralidad la golpeaba. Forzada a participar en actos íntimos, un pensamiento crítico se disparó en su mente: "Espera, esto no está bien, Julie es la novia de Ben." La culpa de traicionar a su primo, incluso involuntariamente, era abrumadora.
Sin embargo, el cuerpo de Ben y el instinto que lo acompañaba, sumado a la belleza de Julie, comenzaron a ejercer presión. La necesidad de mantener el engaño se mezcló con una peligrosa justificación interna. La mente de Gwen comenzó a ceder: "Por otro lado, ella es una chica hermosa y yo soy Ben ahora mismo... Él no se enojará, ¿verdad?..." La lucha entre su moral como prima y la excitación de estar en un cuerpo masculino con la novia de su primo estaba en su punto álgido.
Gwen, habiendo cedido a la presión de la situación y el engaño, se vio forzada a tomar la iniciativa. Con una expresión resignada, asumió el papel de "novio" y dirigió el avance de Julie, sus manos se posaron sobre ella en un gesto de continuar con la intimidad.
La intimidad se desarrolló sobre la mesa del karaoke. El cuerpo de Gwen, todavía vestido con la chaqueta verde de Ben, mantenía una presencia dominante sobre Julie. A pesar de que su sonrisa era forzada, Gwen intentaba disimular la profunda incomodidad y el conflicto mental que sentía, mientras cumplía con los deberes de ser Ben.


El resto de la ropa fue desechada, lo que obligó a Gwen a enfrentar completamente el cuerpo masculino que habitaba. El encuentro continuó en una muestra total de la intimidad de Ben y Julie. Gwen, obligada a sonreír y actuar como si disfrutara, se había inmerso por completo en la vida de su primo para mantener el gran engaño. Su mente de chica estaba siendo forzada a experimentar y manejar la vida íntima de un hombre por primera vez, pagando el costo más alto por el hechizo fallido.

Caminando por el parque por la noche, Ben se distrae y señala con entusiasmo a algo fuera de la vista: "¿Viste esos autos?" Su genuina emoción de chico por un tema que le interesa se impone sobre su fachada femenina.
Kevin se detiene, mirando a Ben con una ceja levantada y extrañeza: "¿Desde cuándo te gustan los autos?"
Ben se da cuenta de su error y trata de cubrirlo, manteniendo la compostura: "Quiero decir, sí lo eran. ¿Estoy equivocada?" Kevin niega: "Nah, tienes razón." Ben afirma: "Te lo dije." Sin embargo, Kevin mira a Ben y piensa: "Me gusta este nuevo lado de ella." (Kevin no se da cuenta de que es Ben, solo ve un cambio atractivo en Gwen).
Ben se detiene y se inclina para ajustarse el zapato, que le causa dolor por no estar acostumbrado a usar el calzado de su prima. Su frustración lo hace cometer un desliz verbal grave: "Ugh, fue increíble, amigo, pero estos zapatos me están matando." Kevin, que lo escucha, se pregunta en un pensamiento: "¿Amigo?"
Kevin, ignorando el desliz, señala hacia una banca cercana para aliviar la incomodidad de su "novia": "Podemos descansar allí." Ben levanta el pie,
Ben se deja caer en el banco con alivio, estirando los brazos para liberar la tensión, con una gran sonrisa.
evin se sienta a su lado y pone su mano sobre el hombro de Ben, en un gesto de compañerismo: "Yo también me estaba cansando."
Ben, ya relajado, le sonríe a Kevin, sintiendo que la peor parte ha pasado: "¿Verdad?"
Ben se recuesta contra el respaldo, cerrando los ojos con total alivio. Su pensamiento final resume la cita: "Finalmente terminamos. No fue tan malo, aunque incluso me pagó la comida jaja, pero ahora por fin puedo relajarme."
Kevin se inclina sobre Ben, que está descansando, y le da un masaje reconfortante en el hombro. La cita termina de manera exitosa para el engaño, con Ben completamente exhausto pero aliviado.
Ben (en el cuerpo de Gwen) sigue recostado en el respaldo del banco, aliviado por el fin de la cita. En su mente, su personalidad de chico vuelve a pensar en sus intereses, mostrando que aún no está completamente en el rol de Gwen: "Quizás hasta pueda jugar a Sumo Slammers más tarde."
Kevin se acerca repentinamente, inclinándose sobre Ben. Ben, sorprendido por el movimiento que presagia el contacto físico, solo puede emitir un pensamiento alarmado: "¿Eh?... ¿Kevin?"
Kevin besa a Ben con familiaridad en un ósculo profundo. Ben se ve obligado a corresponder.
El beso continúa. Se escucha el sonido de un beso prolongado ("Hmmmpp!!"), lo que indica que Ben está participando activamente para mantener la ilusión de Gwen.
Kevin profundiza el beso mientras abraza el cuerpo de Ben (Gwen), confirmando que esta es una rutina normal de su relación y que Ben no tiene escapatoria.
La incomodidad de Ben regresa, no solo por el contacto, sino por la fuerza física. En su mente exclama: "¡DETENTE! ¿¡Por qué es tan pesado!?" Luego, su psique comienza a ceder ante la experiencia, y el color del texto cambia a rosa, simbolizando la influencia femenina de su cuerpo o una asimilación emocional: "Por qué... por qué esto se siente tan..."
El pensamiento de Ben continúa en tono rosado: "Tan..." El beso ahora se siente diferente, más allá de la incomodidad inicial, sugiriendo que la psique de Ben está empezando a experimentar la intimidad desde una perspectiva femenina.
Ben termina el pensamiento en voz alta con un suspiro de resignación/placer: "Bien..." Kevin, al percibir la respuesta, se retira ligeramente.
El contacto se intensifica nuevamente. Kevin desabrocha y baja parte de la ropa de Ben (Gwen), dejando al descubierto su sostén morado. La mirada de Ben ahora es tranquila y sumisa, reflejando su total rendición a la situación.
Kevin la abraza sobre su pecho descubierto. Ben ahora sonríe con una aceptación femenina de la situación, completamente inmerso en el papel de Gwen, y disfrutando (o al menos aceptando) la intimidad con Kevin.




Kevin continúa con las caricias, con la parte superior de la ropa de Ben (Gwen) desabrochada. Ben, sonriendo con los ojos cerrados, ha adoptado la apariencia de Gwen en un momento de placer y cercanía, aunque su mente de chico esté luchando por procesarlo.
La pareja se mueve del banco a una posición más comprometida, apoyada sobre el respaldo. Kevin está detrás de Ben, intensificando el contacto físico. Ben mantiene una expresión de asombro forzado, mirando hacia el frente
La posición se estabiliza. Ben se apoya firmemente en el respaldo del banco, con la espalda arqueada mientras el encuentro íntimo continúa con Kevin en una posición de dominio.
Ben mira hacia el frente, su boca abierta en una exhalación forzada o sorpresa. La perspectiva se centra en el rostro y la parte superior del torso, mostrando su total inmersión en la experiencia física del cuerpo de Gwen.
Kevin levanta el cuerpo de Ben (Gwen) y lo abraza contra un poste de luz. La cabeza de Ben está inclinada hacia atrás, su rostro muestra una mezcla de asombro y resignación al estar en el aire, completamente a merced de Kevin.
La perspectiva es una toma cenital, mostrando a Ben sentado a horcajadas sobre Kevin. Ben tiene una expresión de sorpresa y sujeción. La sombra de la pareja se proyecta en el césped, resaltando la privacidad del encuentro en la noche.


La posición a horcajadas continúa. Ben, con la boca ligeramente abierta, está completamente en el papel de Gwen, participando en la intimidad con una expresión de asombro.
Ben (Gwen) está recostado sobre las piernas de Kevin en el banco del parque, con la ropa desordenada. Su cuerpo, fatigado por el encuentro, está en una pose de abandono, con un área censurada en el torso.
Un cambio sutil en la coloración de la escena (un filtro púrpura) sugiere un estado emocional o psíquico alterado. Ben permanece tendido sobre Kevin, con su cuerpo en una pose vulnerable, lo que indica el efecto profundo de la experiencia.
La imagen es idéntica a la anterior, reafirmando la pasividad y el estado de la pareja tras la intimidad. Ben está rendido en un estado de calma, acostado sobre Kevin.
La imagen se aclara un poco, pero Ben sigue en la misma posición sobre Kevin. La expresión facial de Ben es de aceptación tranquila o agotamiento. El impacto de la experiencia ha detenido su resistencia.
Ben abre los ojos y mira directamente hacia adelante con una leve sonrisa. Su pierna se dobla casualmente sobre la de Kevin. Su cabello parece un poco más largo y estilizado (cerca del hombro). El color de sus ojos es verde, pero su postura y expresión reflejan la dulzura de Gwen. Esto marca el comienzo de la asimilación psíquica.

Ben (Gwen) mantiene la mirada de aceptación, con una expresión satisfecha. El cabello se ve aún más largo y estilizado. El efecto púrpura/rosa que se mencionó previamente (aura, psique, color de ojos, etc.) se refleja en el cambio de su expresión a una mucho más femenina y apacible, propia de Gwen.